La imponente biblioteca del Señor Antonegra era el corazón de la mansión. Era una sala forrada en roble, con un aroma a cuero y libros antiguos que llenaba el aire. El Señor Antonegra se sentó en su silla, gesticulando para que Liam y Elías tomaran asiento frente a él. La tensión de la reciente alianza seguía palpable, pero la amenaza inminente de Ates Coşkun forzaba una cooperación inmediata.
"La guerra ha comenzado, como dije," afirmó el Señor Antonegra, cruzando las manos sobre el escritorio. "Y para ganarla, necesitan saber contra quién luchan realmente. Ates no es solo un rival de la mafia para ti, Liam. Él es un fantasma de la familia de Elías."
Elías sintió un escalofrío. "Padre, ¿de qué hablas? ¿Qué tiene que ver Ates con nuestra familia?"
El Señor Antonegra suspiró, un gesto de cansancio que rara vez permitía. "Elías, sé que he sido frío, y he tratado de alejarte de mi mundo. Pero hay una verdad que he ocultado para protegerte de la mancha que arrastra nuestro apellido en cie