Mundo ficciónIniciar sesiónSolo faltaban unos días para la gran celebración. Los preparativos estaban casi terminados, y el bullicio del festival impregnaba el ambiente con una energía vibrante que parecía fluir por cada rincón del palacio.
Las telas coloridas ondeaban al viento desde los balcones, los aromas dulces de la repostería recién horneada se mezclaban con las notas especiadas de los guisos que bullían en las cocinas, y los pasillos resonaban con el ir y venir de sirvientes, músicos y artesanos. Todos estaban ocupados, entregados por completo a sus tareas, asegurándose de que nada quedara al azar. Por mi parte, me encontraba en el último ensayo de mi danza. Esta vez no estaba sola. Rose, de pie frente a mí con los brazos cruzados, me observaba con esa mirada suya, tan cortante como un cuchillo. Si había alguien incapaz de endulzar sus palabras, era ella. Nunca se molestaba en suavizar sus juicios, y aunque a veces do






