Mundo ficciónIniciar sesión—Tal como la última vez, Nora y yo nos encargaremos de mezclarnos entre la multitud y mantener el ambiente ligero —anunció Ezra con su típica confianza despreocupada. Luego giró hacia su compañero, con una sonrisa provocadora—. Aunque, claro… esto es pan comido para mí. No sé si para ti sea igual de fácil, ¿no, Nora?
Varias miradas se desviaron de inmediato hacia el aludido, expectantes. —¿Fácil? —se adelantó Esther, con ese aire de superioridad que siempre llevaba consigo. Cruzó los brazos y arqueó una ceja—. Con la cara que pone todo el tiempo, como si no quisiera a nadie cerca… lo dudo muchísimo. Por primera vez, tuve que admitir que tenía razón. Adoraba a Nora, pero socializar no parecía ser su fuerte. Su sola presencia levantaba una especie de muro invisible que alejaba a cualquiera que quisiera acercarse demasiado.Siempre había preferido los espacios reducidos, las conversaciones escogidas y, sobre todo, el






