Mia, una luna fugitiva, que también es una madre soltera que acaba de dar a luz, huyo accidentalmente por su vida a un reino de los Rogue después de que su cruel exmarido Alfa Domenik le arrebate a su hijo mayor. Mia piensa que está condenada a morir, se abraza desesperadamente y llora con su hijo menor, sin saber que allí encontraría a su lobo predestinado por cosas del destino, que resultó siendo el Rogue Alfa Liam, el Rey más temible del territorio. Al estar juntos todo se complica, pero el lobo del Alfa Liam no piensa dejar ir a su loba luego de haberla esperado por muchos años.
Leer másEn la manada Bluemoon, la sala de parto está llena de tensión por los gritos detonantes de una mujer.
—¡Duele! ¡Duele! ¡Ahhh!— exclama la loba mientras grandes gotas de sudor mezcladas con lágrimas, empapan la almohada de la cama de partos, y hay un charco de sangre roja brillante bajo las piernas de Luna Mia.Ella se aferra a las sábanas al sentir las fuertes contracciones, su deseo era que el padre de su hijo estuviera dándole apoyo.—¡Luna Mia... por favor! aguanta un poco más. Ya he visto la cabeza del principito.Como la luna de la manada Bluemoon, está dando a luz, han despejado el pasillo de la sala de partos, dónde está el Beta, del Alfa Bluemoon en toda la puerta de la habitación esperando los chillidos del heredero. Solo la comadrona Omega Letizia la anima a Luna Mía a pujar.—¡Letizia, duele, duele mucho!— se queja Mía, su rostro refleja la desesperación y el dolor de dar a luz a un hijoEl olor a sangre en la sala de partos, hace que el Beta que está fuera de la puerta se tape la nariz.Mía estira impotente las manos hacia el cielo, intentando hacer fuerza, esperando que alguien le cogiera la mano. Pero su pareja, su Alfa, nunca lo hará porque Alfa no la ama y nunca se enamorará de ella, no es su pareja destinada.Mia, está siempre muy sola desde que empezó su cargo como Luna, sigue enfrentando su dolor con valentía.Para luego escuchar la habitación llenarse la melodía del llanto de su hijo, deja en segundo plano su dolor, porque al ver a su pequeño cachorro derramó lágrimas de felicidad.Pero aquella sonrisa amplia de su rostro desvaneció, cuando ingresó Beta.—¡Ya nació el heredero!— espetó.—¿Acaso ha venido mi Alfa Domenik? Por favor dame a mi cachorro— Mia extendió sus brazos para recibirlo, y Omega Letizia, lo envuelve en una manta para pasarlo, pero el Beta interrumpe.—¡Vete!— le ordena con determinación a Letizia, la comadrona, la cual entrega al bebé y sale rápidamente ahuyentada.—Es hermoso…— Mía acerca a su cachorro lentamente a su rostro para juntar sus mejillas, pero en ese instante su hijo fue arrebatado.—Princesa Mia de la manada Redmoon, te lo digo por orden de Alfa, este cachorro no será tuyo—¿¡Qué!?— exclamó y sintió unos fuertes cólicos en su vientre.Tiene una premonición de que algo malo iba a pasar.—Su estatus como luna sustituta ha sido revocado— continúa Beta al verla perplejaMia se queda atónita, su Alfa Domenik, va a romper su alianza con la manada Redmoon, la de su padre. —¡Él no puede hacerme esto!—Mia siente como la chispa de felicidad que había causado su hijo se está desmoronando.—¡De hecho, ya lo hizo! Debo marcharme— Beta lamenta llevarse al bebé.—¡No te lo lleves por favor!— soltó un grito desgarrador, el bebé de sus extrañas ha sido arrebatado —¡¡Mi hijo!! ¡Ahhhhh!— siente un dolor en su vientre, su frente empieza a sudar nuevamente.El cachorro por su parte, en cuanto se aleja del olor de su madre, empezó a llorar. Beta suspiró y aceleró el paso, obedeciendo por completo las órdenes de Alfa, aunque sabía lo cruel que era separar a madre e hijo. Su antigua Luna Mia no se merecía este mal trato. Después de todo sabe que Mía ha sido una luna competente durante los tres años que ha estado en el trabajo.Mia no puede creer lo que acaba de pasar.Ella pensó que la alianza entre Redmoon y Bluemoon siempre sería inquebrantable, incluso si ella no fuera su Luna de agencia.Todo el mundo sabe que Alfa Domenik, el líder de la manada Bluemoon, está enamorado desde la infancia de la hija mayor de su padre, Myriam de Redmoon, que es su pareja predestinada.Y la segunda hija de su padre, Mia de Redmoon, también siente envidia del amor de su hermana y su cuñado.Mia había visto a Alfa Domenik ser amable con su hermana Myriam desde que era pequeña. Aunque le gustó su aspecto desde el primer momento en que lo vió, nunca esperó poder robarle el hombre a su hermana, guardó este amor en su corazón por años.Si su hermana no se hubiera caído accidentalmente de una altura mortal y hubiera muerto antes de la boda, el destino de Mia no sería tan ridículo como ahora.Su padre le hizo la vida tan absurda quitándole la libertad, casando a su cuñado por su hermana Myriam, que su destino como princesa era convertirse en sustituta de su difunta hermana.Pero todo fue un contrato que Alfa Domenik firmó con el padre de Mia, pero nadie le dijo en qué consistía.Aunque se convirtió en la luna sustituta de su cuñado, quería estar feliz pero su pena fue mayor. La tristeza era que Myriam, quien más la amaba, había muerto, pero le preocupaba más que su cuñado no la amara tanto como amaba a su hermana.Seguía esperando que, tras convertirse en Luna, el Alfa Domenik se conmoviera por su constante vigilancia y pudiera quererla.Lamentablemente, sus preocupaciones se habían hecho realidad. Pero llevaba dos años convertida en Luna de nombre y sólo en el aniversario de la muerte de su hermana se acostó borracho con Mia y la tomó por primera vez. No dejaba de pronunciar el nombre de Myriam mientras hacían el amor. Pero después de hacerlo, al día siguiente estaba claro que se arrepentía y no volvió a ir a su habitación a altas horas de la noche. Y poco después descubrió que estaba embarazada.Leticia la comadrona Omega escucha los gritos de su súplica de Mía, por lo que se apresuró a regresar a la habitación y la ve desesperada e incluso en mal estado.Mía siente otro dolor agudo en el abdomen, lo cual no parece correcto, el bebé ya ha nacido, ¿Por qué le sigue doliendo? —¡Me duele, siento que quiero pujar!—conserva la calma y no grites por favor— Leticia se acerca para auxiliar a Mía, pero al Alfa Domenik ingresa a la habitación, impecable como siempre, pero su mirada hacia Mía es demasiado fría, ni tan siquiera está preocupado por su salud—¡Beta se ha llevado a mi hijo, dame una explicación!— gruñó entre dientes, tensando su mandíbula porque los dolores están constantes—¡Debes obedecer mis órdenes! Así que presta mucha atención, porque no lo voy a volver a repetir.Desde que Mía y Liam pudieron ser feliz realmente, todo se volvió armonía, incluso el alfa está tan encantado con el cachorro David, que juega mucho con él y le expresa su cariño, además, de educarlo y eso llena el corazón de Mía porque queda claro que él será un gran padre.En este momento, Mía está junto a Liam en toda la entrada del reino Redmoon, ya que el tema de ir a ver a su padre enfermo rondó su cabeza.Mientras que a David lo cuida la abuela Debora.—cariño, sigo pensando que es mala idea, no soporto que te miren mal, o te digan una mínima palabra de desprecio— Liam la sostiene de la mano, y su mirada hacia los demás es demasiado fulminante—mi vida, no mires así a la gente, por favor, sé un poco más amable—solo con mi familia, eso no está en disputa, lo hago para protegerteMía suspira, es inul convencer a Liam de que sea un poco más amableAl ingresar al castillo, Beta es quien los acompaña y mira a su alrededor vigilando.—gracias por venir— dijo la esposa de su padre, r
—¡Rey!— exclaman asustadas —¡Mía! ¿Dónde está Mía? ¿Por qué estoy aquí?— Liam está desconcertado, y al sentir sus manos amarradas se desesperó aún más—se está recuperando. La reina muy valiente hizo un sacrificio de amor por usted, para que fuera salvó de la maldición— responde una de las enfermeras con su voz temerosa —¿Sacrificio de amor? ¿Dónde está?— pregunta con arrogancia y sí, realmente no siente la ansiedad de sangre —recuperándose, aunque los futuros herederos están bien. Solo esperar que las heridas sanen —¿Heridas?— Liam se desespera—Rey, tenga calma, no fue esforzarse, tiene heridas saturadas, por favor Liam baja su mirada a su abdomen y recuerdos no muy ciertos vienen a su mente y lo que más golpeó su pecho fue recordar cuando mordió a Mía.Literalmente a Liam le vale que está mierda está en recuperación, porque empieza hacer fuerza para soltarse las manos y logra hacerlo.—¡El rey sigue maldito!— dicen las enfermeras con gran preocupación y salen corriendo, huyen
—¡Suban al rey al carruaje!— ordena Beta y así lo hacen, solo que con algo de temor de que el rey recapacite y nuevamente los ataqueMía corre detrás de ellos y también sube al carruaje. La cabeza de Liam reposa sobre su regazo y ella posa sus manos en el rostro de él, acaricia y luego, su mirada, con una visión borrosa a causa de sus lágrimas, baja hasta ver el abdomen, se percata de que está sangrando mucho, de las heridas que tiene, esas que provocó Blackmoon.—¡Rápido!— súplica Mía y sus manos tiemblanLos Rogues encargados del carruaje se ponen en marcha.—¡Ayúdenme a ponerme de pie!— ordena Beta y dos Rogues se acercan —mi señor ¿Crees que nuestro rey ha sido curado?— pregunta uno de los Rogues—debemos esperar que despierte, tan solo pedir a diosa luna que así sea— responde con dificultad y lo colocan de pie—presiento que sí ha sido curado, lo que sucedió no es normal— habla el otro Rogue—sin embargo, debemos estar en alerta, no podemos confiarnos— sugiere Beta, y lo ayudan
Mía se acerca a Liam, aunque sus piernas tiemblan, su corazón está acelerado y le arden las heridas que se hizo, quiere ser valiente por el amor que le tiene a Liam, por sus hijos, por esa familia que ella tanto desea.Cada paso que da, es como acercarse a la muerte. Liam no deja de luchar, su ceguera en esa maldición lo envuelve, y ahora, Mía contempla como su Alfa tiene a uno de los Rogues a punto de morderlo, no es buena señal, quiere la sangre de aquel pobre Rogue y como reina debe también sacrificarse por su reino.—¡No Liam!— ordena Mía y acelera sus pasos, ella quiere correr pero literal, el cuerpo no le da, quizás es por el miedo de todo lo que sus preciosos ojos están viendo —¡Déjalo!— ella se acerca y se sube encima de Liam, el cual se coloca de pie mientras ella se sostiene con fuerzaCuando el Rogue olfatea la sangre de Mía, ya que el brazo herido de ella queda prácticamente cerca de su rostro, lo hizo sentir deseo de esa sangre.Liam muy enfurecido porque ella no se suelt
Cuando Liam llega a dónde está su padre, el muy miserable alza su mirada para ver a Liam, el cual lo está mirando con desdén.—tiempo sin vernos liam— sonríe malicioso y logra colocarse de pie, al ver la herida que le hizo a Liam mas se amplió su sonrisa—¿Cómo te atreviste a asesinar a Rebeca?— la voz de Liam es ronca, es determinante, está muy furioso—¡No me importa! Esto puedes tomarlo como una parte de mi venganza, por poco y la insolente de Mía me manda al infierno pero, todo está a mi favor, estoy vivo, estoy dispuesto a acabar contigo hasta mi último aliento, porque nunca debiste existir en este mundo, eres una rata, un asco, eres lo peor que mis ojos hayan visto, te desprecio, jamás permitiría que fueras feliz, así esté muerto hago tu vida mierdaLiam empuña su mano derecha y le propina un puño bien fuerte a su padre en el rostro, haciéndolo caer inmediatamente al suelo.—¿Te duele?— pregunta Blackmoon, balbuceando—¡Jamás me dolería tus palabras! Sí tú me deseas la muerte, c
—¡Usted!— lo señala MíaLa cual inmediatamente agarra a Leticia de la mano para protegerla.—¡No eres bienvenido en mi reino! ¿Por qué lo dejaste entrar, Beta?— Mía se molesta —reina Mía, puedo explicar—¿Explicar que? No ves que ese vampiro— lo señala —nos trato mal y de paso se quedó con LeticiaBeta le iba a explicar pero Leticia lo interrumpe. —yo se lo pedí, por favor no te enojes —¿Tú? Pero… ¿Por qué, Leticia? ¿Acaso ese vampiro te hizo un hechizo?— la mira fijamente a los ojos a ver si hay algo diferente en ella, puedo lo único que puede contemplar son sus ojos radiantes de felicidad—Mía…— le acaricia el rostro —estoy bien, el príncipe no me lastimo, solo quiere hacerme feliz, nos vamos a casar y quiero invitarte, me harías muy feliz que puedas asistir— Mía está estupefacta, por poco y los ojos se le salen de las cuencas, no lo puede creer Así que aleja a Leticia un poco para hablar más en privado. —¿Leti, te está obligando? Tan solo dímelo, estamos con los Rogues y él está
Último capítulo