Capítulo 29: La Revelación Inoportuna.
Al llegar de nuevo a su oficina, Noah se topó de frente con Jack. Este último había regresado con una mezcla de determinación y nerviosismo; estaba decidido a pedirle la mano de Mía, o al menos, a confesarle que ya estaba saliendo con su hermana.
Sin embargo, al ver la angustia evidente en el rostro de Noah, sus propias preocupaciones pasaron a un segundo plano. La furia y el desasosiego que emanaban de su amigo eran evidentes.
—¿Por qué esa cara? —preguntó Jack, su tono de voz cambiando para adaptarse a la gravedad del momento.
Noah no se anduvo con rodeos.
—Amelia no está. ¿Adónde habrá ido?
Jack intentó calmarlo, su voz razonable.
—Pudo haber ido a comer, cálmate. O a tomar aire con Erika, veo que ambas se llevan bien.
—Acabo de ver a Erika y estaba coqueteando con Davis —replicó Noah, su irritación creciendo—. Con Amelia no está.
—Mira a Davis, tan seriecito… —comentó Jack con un ligero tono de burla, intentando aligerar el ambiente.
—Me preocupa Amelia, Jack, no los líos de falda