Capítulo 28: La furia de Noah.
El mediodía apenas se asomaba cuando Amelia logró escabullirse de la imponente Empresa Koch. La monotonía de los archivos y el zumbido constante del teléfono la habían agotado, pero una necesidad más profunda la impulsaba: hablar con Enzo.
Sentía que le debía una explicación, una que no podía retrasar. Con el poco tiempo que llevaban conociéndose, Enzo se había ganado su confianza, y su restaurante, un refugio de calidez y familiaridad, era el lugar perfecto para desahogarse.
Se encontraron en una mesa apartada, el murmullo de las conversaciones ajenas sirviendo de telón de fondo para su íntima confidencia.
Enzo la escuchaba con atención, su rostro reflejando una mezcla de asombro y preocupación a medida que Amelia desgranaba los detalles del contrato con Noah Koch.
—Todo lo que me cuentas es muy extraño, Amelia, incluso hasta peligroso —dijo Enzo, su voz grave, su mirada escrutando el rostro de su amiga—. ¿Por qué te metiste en este lío de esta manera? No era necesario que gestaras l