Capítulo 89: La ira de Lorenzo.
Ira, dolor, desconcierto; una marea de emociones que lo golpearon sin piedad justo en el momento en que, con sus hijos en brazos, entró en aquella habitación que ahora estaba vacía, mil interrogantes se repetían una y otra vez dentro de su mente, ¿Qué había pasado?
— Papi, ¿En dónde se encuentra mami? — cuestionaron Liam y William con voz inocente aun sosteniendo aquel ramo de azahares entre sus manos.
— Quizás, la cambiaron de habitación, vengan, vamos a buscar a la doctora que está cuidando de mami. — respondió Lorenzo con enojo y teniendo el peor de los presentimientos después de haber visto aquel ramo de rosas sobre la cama, rosas que reconoció de inmediato como idénticas a las del jardín de su madre en la mansión Visconti.
Caminando apresurado e intentando controlar la ira que crecía como una bestia incontrolable dentro de él, el temible mafioso casi derribó la puerta de la oficina de Alessia, quien se hallaba al teléfono.
— ¿En dónde está? — cuestionó con enojo el apuesto tatuad