Capítulo 59: Alianzas.
Besos apasionados y nada inocentes caricias, sumergían a Victoria de nuevo en la desbordante pasión de Lorenzo, Becca había llegado esa mañana a visitarlos y se había llevado a Liam y William a dar un paseo junto a su hija, estaban solos por primera vez en días y sin rosetas de maíz o el famoso ratón estadounidense amenizando su tarde.
Lorenzo, la besaba con frenesí, se sentía hambriento de ella, y esta vez, no tendrían que hacer el amor sin hacer ruido para evitar ser descubiertos, aprovecharía al máximo la oportunidad que Becca les había regalado, y despojando de cada prenda a su amada, la besaba en cada rincón de su piel desnuda.
Su sabor era adictivo, realmente adictivo, dulce como las fresas, excitante como nada más, y probando de aquel tesoro prohibido que se mantenía oculto de todos entre sus piernas, escuchaba los suaves y femeninos gemidos de Victoria; aquel sonido era simplemente maravilloso, nunca podría cansarse de ello, la amaba y la deseaba como a nadie más.
Victoria, se