Capítulo 44: Su odio.
En aquel momento, Lorenzo se sentía perdido mientras su mano sangraba intensamente, sin embargo, manos grandes y masculinas, se sentían sobre su mano herida, haciendo movimientos circulares, abriendo sus ojos con dolor, pudo ver el rostro preocupado de aquel hombre, el único al que realmente le confiaba todo en su haber y a quien con facilidad le dejaría su vida en sus manos.
— Por fin despiertas, esa lesión pudo haber sido mayor, tuve que llamar a Rodríguez para que me ayudara a levantar tu trasero tatuado del baño, espero que puedas explicarme que es lo que ha ocurrido…Lorenzo. — dijo Franco con el ceño fruncido entre la molestia y la angustia.
Lorenzo miro a aquel hombre, su hermano del alma, Franco Charles, a quien su esposa llamaba cariñosamente como Daniel en honor a un viejo juego entre ellos, seguía mirándolo con aquella expresión ceñuda.
— ¿Como me encontraste? — cuestionó Lorenzo con un deje de molestia en su haber.
Franco lo miró fijamente, Lorenzo aún estaba completamente