Dos días han pasado desde lo de Chase, y Giorgia continúa un poco enojada con Julian por lo que pasó ese día. Ella pensó que él iba a insistir un poco más y pedirle perdón, pero, contrario a eso, Julian la ha dejado en paz y le ha dado su espacio. No ha insistido en lo de estar juntos y Giorgia se pregunta si se debe a que su actitud ya lo ha fastidiado y se está aburriendo de ella.

«Quizá no insiste porque ya hizo planes con otra», piensa, mientras salen de la empresa al terminar la jornada laboral.

En el coche, de camino al hotel, Julian se mantiene callado y distante, algo extraño en él que nunca deja de hablar estupideces. Desesperada, Giorgia decide hacer algo.

—Ey, imbécil —llama su atención y él voltea a verla—. ¿Quieres ir a ver películas en mi habitación? Yo invito la pizza.

—No —responde él, tajante—. Ya tengo planes .

Giorgia parpadea, sin poder creer lo que está escuchando.

—¿Con una mujer? —indaga.

—Una muy hermosa —contesta Julian—. Jodidamente hermosa.

Es