|AMOR TEMPESTUOSO 1| Después de la tormenta no siempre viene la calma...| Una chica con un pasado que la atormenta... Un narcotraficante sexy... Y un amor tempestuoso que nació de una atracción inaudita... ¿Qué podría salir mal? Absolutamente todo, pero eso no impide enamorarse ¿cierto? ************************************** "Ahora solo hay fascinación por esa mirada que parece esconder tantos secretos, que resguarda un pasado en lo más profundo de su ser del que no se puede hablar ni intentar averiguar porque sería tomado como el más grande de los pecados. Y aún así, yo estaría dispuesta a entrar al mismísimo infierno si esa fuese la única manera de conocerlo por completo."
Leer más—Un gusto Cody. —le regalo una sonrisa un poco forzada, no porque me desagrade él, sino por la cercanía de nuestros cuerpos. Para mí es algo complicado tomar confianza hacia las personas, obviamente con Zack fue una gran excepción, porque hasta ahora no hayo explicación de por qué su cercanía no me afecta de la manera en que debería, sino todo lo contrario, estar cerca de él se siente demasiado…bien. Y con Jack, lo conozco desde hace mucho tiempo y me costó mucho aceptar sus acercamientos. Las primeras veces que intentó saludarme con un beso en la mejilla, terminé propinándole una bofetada.Recordar eso me divierte un poco.«Pero en el estacionamiento, bien que aceptaste su acercamiento». Maldita sea, eso fue un error que no se volverá a repetir.En fin.Volviendo a lo importante…Sé que si las cosas salen bien y convivo con ellos lo suficiente como sucedió con Jack, entonces todo fluirá mucho mejor que ahora y estos acercamient
El chico castaño sigue mirándome de lo más normal en el mundo. Sus ojos chocolate me miran con tanta tranquilidad, que me hace sentir como una estúpida por tomarle tanta importancia al hecho de que uno de mis trabajadores, es también, el amigo del narcotraficante con el que ahora, yo también ando involucrada. Aunque al inicio haya sido contra mi voluntad.—¿Ustedes se conocen? —interviene Zack, mirándonos de hito en hito a Michael y a mí.—Me sorprendes Zack. Porqué, por un momento creí que tú eras el causante de que él… —digo, señalando a Michael—. Haya entrado a trabajar en mi cafetería.—¡¿QUÉ?! — grita el pelinegro, dando grandes zanjadas hasta el castaño—. No me digas, pedazo de imbécil, que ella es la Alexa de la que tanto hablabas estos días.Para éste momento, Zack se encuentra a sólo unos centímetros del cuerpo de Michael y lo ha tomado del cuello de su camiseta. El pelinegro se encuentra con la mandíbula tan apretada, que parece a segundos de romperse. Su cuerpo entero está
En el poco tiempo que llevo conociendo a Zack Sellers, ha sido suficiente para saber que confesiones como la que acaba de hacer, no es algo muy recurrente que salgan de su boca; tal hecho me hace sentir una profunda emoción, provoca que mi corazón se acelere a tal grado, que temo sufrir un ataque cardíaco. Sin embargo, tampoco puedo evitar que entre tantas sensaciones se cuele el temor en ellas.Temo por ambos. Porque no es sano ni racional que un sentimiento tan intenso como éste surja en tan poco tiempo.Debido a la sorpresa, por la intensidad de sus palabras, lo único que puedo hacer en éste momento es mirarlo a los ojos, porque realmente no sé qué es lo que debo responder en una situación como ésta, ya que nunca me había encontrado en una similar.No sé con exactitud qué es lo que él mira en mí, pero después de unos minutos que me parecen eternos y ante mi falta de respuesta, él se aclara la garganta antes de hablar una vez más.—No de
Todo dentro de mí colisiona, un centenar de emociones se arremolinan en mi interior al tiempo en el que Zack estampa sus labios contra los míos, devorándolos de manera desesperada, con ferocidad y avidez. Sólo me toma unos segundos seguir el ritmo de nuestro beso que en tan poco tiempo se ha tornado muy intenso. No sé si logre acostumbrarme a todo lo que este hombre me provoca con un simple beso y unas cuántas caricias. Temo a que me haga perder la poca cordura que aún conservo.Después de unos segundos, minutos u horas quizás, no lo sé con exactitud, perdí la noción del tiempo. Pero poco a poco el beso va bajando de intensidad hasta que después de unos segundos se convierte en un pequeño roce entre nuestros labios. Aunque para ese momento mi respiración está hecha un desastre igual a la de Zack, quien sigue sosteniendo mi rostro y acariciando mi muslo.Cuando mis ojos se abren lo primero que veo son ese par de esmeraldas que me observan con tanto deseo que hace que mi corazón dé un v
—¿A dónde vamos? Dijiste que me llevarías a tu casa. —cuestiono tratando de no sonar nerviosa.—Y para haya vamos —informa. Me mira de soslayo y una sonrisa torcida se dibuja en su rostro, poniendo su atención nuevamente en la carretera.—No tenía idea de que tu casa se encontraba fuera de la ciudad —confieso.—Bueno… no es como si pudiera darme el lujo de vivir en un lugar muy transitado sabiendo que estoy metido en cosas ilegales. —explica—. No puedo correr el riesgo de que la policía encuentre las toneladas de mercancía que se almacenan en mi sótano.—Entiendo. —digo asintiendo en acuerdo, aunque él no me ve—. Aunque, creí que tenías un lugar exclusivo para eso.—No debo confiarme demasiado. Bien podría hacerlo, a tener un lugar sólo para la mercancía me refiero, pero sería arriesgar demasiado.—¿No confías en tu gente? —cuestiono un tanto confundida.—Sería un imbécil si lo hiciera —suelta con rudeza—.
Cuando Zack por fin termina la llamada y sale del baño, han pasado ya alrededor de unos veinte minutos. Para ese momento, yo me encuentro sentada frente a la peinadora atando mi cabello en una coleta alta y enfundada en un vestido azul marino que me llega por sobre las rodillas y es de mangas tres cuartos.No me pasa desapercibido la mirada dura y el ceño fruncido que ahora lleva estampada en la cara, pero cuando sus ojos se encuentran con los míos su semblante se suaviza considerablemente.—Tenía planeado llevarte a un lugar, pero tengo un asunto que debo resolver ya mismo. —y no entiendo por qué su confesión me desilusiona un poco. Sin embargo, me abstengo de demostrarlo, por el contrario, me muestro con aire relajado.—Entiendo, no hay problema. —digo tranquilamente. Regalándole una sonrisa conciliadora.Me pongo de pie y camino hasta el centro de la habitación, él me imita y se planta frente a mí. Me mira con intriga, algo de duda e indecisión. Aparentemente, Zack tiene una lucha
Ya no quiero alejarme.Y es un gran riesgo.Pero ahora, estoy dispuesta a enfrentarlo.Aunque eso sea considerado como un sacrificio.Así que no me alejo. No me muevo. Ni siquiera respiro cuando su mano libre se acerca a mi rostro y sus nudillos dejan una sutil caricia en mi mejilla para ir descendiendo hasta mi mentón.Sus ojos no han dejado de examinar mi rostro, como si estuviese analizando hasta el más mínimo detalle del mismo.Se ha convertido en un momento tan íntimo y tan dulce, que parece ir en contra de lo que él es, de su postura tan intimidante y ruda que posee. Sin embargo, no quiero que este momento acabe.«No deberías dejarte engañar por algo tan banal».Sé que mi subconsciente tiene razón, pero no puedo evitarlo.Mi corazón se desboca en el instante en el que sus ojos miran mis labios para segundos después buscar mi mirada, como si estuviese esperando mi permiso para con
Sus ojos me observan de la misma manera en la que un depredador miraría a su presa. Su mirada fiera que barre cada centímetro de mi cuerpo me hace estremecer y que un nudo de nerviosismo me atenace el estómago.En éste momento sólo quiero salir corriendo de ésta habitación, pero no quiero ponerme en evidencia. No quiero que él se dé cuenta de lo mucho que su presencia me afecta.Y entonces, una punzada de pánico y confusión me invaden de un momento a otro.Cientos de dudas me inundan la cabeza. No tengo ni una jodida idea de cómo ha entrado a mi casa, ¿acaso Chris lo dejó entrar? No, eso sería imposible. Mi hermano primero se cortaría los testículos antes de dejar pasar a un desconocido a mi habitación. Entonces, ¿Chris no se encuentra en casa? ¿O estará dormido en su habitación? ¿Y si él le ha hecho daño?En cuanto la última pregunta ronda mi cabeza, una alarma se enciende dentro de mí. Y el temor a que él le haya hecho daño a mi hermano todo con la intención de entrar a casa me revu
Sábado, 20 de octubre de 2018.ALEXA SMITH.Ésta, es la segunda vez en toda mi vida que permanezco en cama por tanto tiempo.La primera vez, fue cuando sucedió el accidente donde perdí a mis padres. Ahora, es por el accidente con mi pobre Ducati. Que jodida es ésta vida.Llevo casi dos semanas tumbada en esta cama debido a esa condenada caída. Como es obvio, no he podido salir a ningún lado, eso incluye las idas al club y las visitas a los otros negocios que tenemos Chris y yo.Unos días después del importuno, Jack me llamó para decirme que debíamos vernos por unos asuntos importantes a tratar. Le dije que por esa ocasión no podría asistir. Él insistió en saber el porqué, ya que nunca antes había faltado a nuestras reuniones. Y por un momento pensé en la posibilidad de decirle la verdad, pero al instante la rechacé. No porque no confiara en él, sino que simplemente no quería preocuparlo. Además, sabía que era capaz de mandar a toda una banda de seguridad para protegerme de cualquier