Elara
La puerta se abre de golpe y una Jasmine con los ojos llorosos corre hacia la habitación, en pijama con pequeños pajaritos de Piolín estampados. Pensé que me había vuelto loca hasta que habló.
—¿Ellie? —susurra, su voz suena como música para mis oídos mientras salto de la cama y me lanzo sobre ella.
Choco contra ella y se siente sólida; real. —¡Estás viva, estás viva! ¿Cómo estás viva? —chillo, besando su bonita cabeza mientras ella me da palmaditas en la espalda.
—Sip, muy viva, pero si empiezas a cantar, puede que me mate yo misma y puaj, me estás babeando —dice, dándome palmaditas en la espalda mientras la aprieto con todas mis fuerzas, sin querer soltarla nunca. ¡Está viva, Jasmine está viva! Pero, ¿cómo? —Pensarías que querría mantenerme viva después de traerme de vuelta a la vida —bromea Jasmine.
—Mierda, lo siento —me disculpo, retrocediendo para mirarla.
—Oh sí, acción entre chicas —canturrea la voz de Lucas detrás de mí, lo miro por encima del hombro.
—¿Eh? —decimos Jas