—¡Imbécil! ¡¿Qué demonios haces aquí? ¿Dónde está Hazel? Si la dejaste con los simples mortales, seguramente ella debe estar muerta. —Apolo estaba furioso.
Por más que Jackson deseaba devolverle el golpe, se iba a contener solo esta vez, este momento necesitaban ser aliados para rescatar a Hazel.
—¡Nuestra casa! —Hannah baja del auto y sus ojos se cristalizan.
—¿Qué sucedió aquí? ¿Dónde están nuestros padres? —pregunta Alex quebrantado.
Ambos pequeños corren a su hogar y antes de entrar, Alex le da la bebé a Apolo, sabía que entrar a una casa con cenizas no era lo ideal para una bebé.
—Lo siento, cuando llegamos, ya estaba así —se explica Jackson adolorido y Apolo no lo deja de mirar con rabia—. Lo más probable es que el señor Oscuro los haya venido a buscar y como los encontró, se llegó hasta donde estábamos.
—¿A que te refieres? —Apolo baja la guardia cuando escucha la información.
—El señor Oscuro, tu padre nos encontró y ¿Sabes que? Hazel no tuvo la oportunidad de defenderse graci