Hazel es la princesa del reino oscuro, esta posee poderes sobrenaturales, los elementos fuego y hielo combinados con amor para hacer un maravilloso e indestructible poder, pero es algo imposible de controlar al no saberlo usar, sería riesgoso para Hazel, por eso buscaría respuestas de su origen, así tenga que sobrepasar de las garras de su padre, el Rey oscuro, descubriendo la verdad y un nuevo amor, quién le ocultará un gran secreto para protegerla.
Leer másHefesgo; pelirrojo como el fuego y príncipe del Reino de Fuego. Bianca; blanca como la nieve y princesa del Reino De Hielo. Estos jóvenes se conocieron en una fiesta real que realizó el Reino de Hielo, para que la realeza del Reino de fuego pudieran asistir sin derretir nada, tenían que estar relajados y comer hielo a cada momento para mantenerse fríos.
En esa noche el príncipe Hefesgo y la princesa Bianca comenzaron a conocerse, y se gustaron desde el primer momento en que se vieron, pero sus padres, los Reyes, les advirtieron que era imposible su relación.
Aún enamorados cada vez más, pues se conocían profundamente a base de cartas, quienes las mandaban con lobos inmortales de hielo y de Fuego; mensajeros, consejeros, protectores, amigos, fieles, luchadores y con mucho poder.
Los enamorados convocaban a estos lobos con sus collares de protección, Bianca tenía uno de un copo de nieve y Hefesgo de unas llamas. Era imposible que estos enamorados estuvieran juntos por ser tan opuestos, a pesar de la advertencia, estos Reinos aún eran amigos, se beneficiaban el uno del otro.
Hefesgo y Bianca un día no aguantaron más y decidieron verse a escondidas de sus padres en el bosque de la oscuridad, quien separaba a los Reinos para que pudiera haber estabilidad entre ellos, en ese encuentro demostraron su comienzo de amor con un beso, después de ese día se veían muy seguido en ese bosque, pero... El Rey hielo al descubrir que su hija se veía a escondidas con el príncipe de Fuego, muy enojado por su engaño le prohibió que lo volviera a ver.
—¡ES PELIGROSO! ¡DEBES ENTENDER QUE ES POR SU BIEN! —gritó en el cuarto real de la princesa quién estaba sentada en su cama blanca y suave como pluma.
—¡NO ME IMPORTA PADRE! ¡YO LO AMO! —Se le quebrantaba la voz, tenía sus ojos azules cristalizados.
—¡MÁS VALE TU VIDA QUE UN AMOR! ¡TE PROHIBO QUE TE VUELVAS A VER CON ÉL! ¡ES UNA ORDEN! —Bianca se paró y le iba a decir algo, pero se desmayó. El Rey rápidamente la agarró—. ¡AULIXILO! ¡UN DOCTOR, POR FAVOR! —gritaba varias veces para que lo escucharán.
Bianca al despertarse y el doctor después de revisarla le dijo que tenía dos meses de embarazo, lo cual el Rey se enfadó, quería que su hija abortara, él no podía arriesgarse a perder a su hija si ese bebé saldría con genes de Fuego, destruiría a su hija, la quemaría por dentro. Encerraron a Bianca en su habitación para que no escapará, ya que mañana tenía una cita con el doctor para abortar a ese bebé.
Bianca había convocado a luna, su loba, para avisarle a su amado la noticia y que se encontrarán en el bosque de inmediato, la loba traspasando la puerta, fue a llevarle el mensaje a Hefesgo por orden de Bianca.
La princesa de hielo tuvo la maravillosa idea de romper la ventana con su poder creando un tobogán de hielo para poder bajar del castillo y llegar al bosque antes de que se dieran cuenta de su huida, al encontrarse con su amado en el bosque, decidieron irse muy lejos hacia las montañas y esconderse en las cuevas.
El Rey al darse cuenta de la desaparición de su hija, mandó a unos guardias a buscarla, durante seis meses no la encontraron, salían todos los días a buscarla.
Bianca cada mes que pasaba de su embarazo se sentía peor y más si no estaba en su Reino frío, Hefesgo cazaba para que ella comiera bien, cocinaba con su fuego, pero lo hacía muy lejos de Bianca ya que el Fuego... El calor le hacía más daño, dormían separados en pieles muy cómodas que el mismo Hefesgo había cazado y hecho, igual era inútil, ella cada vez perdía fuerzas hasta el día que dio a luz.
Hefesgo tenía una cubeta con hielo para mantenerse frío para ese momento, él tampoco podía estar apagado todos estos meses, pues se podía morir, Bianca dio a luz con ayuda de Hefesgo naciendo una bebé rubia igual a Bianca.
—Amor, es hermosa... —decía muy alegre enseñándole el bebé a Bianca, ella sonreía al ver a su bebé, pero—. ¡AMOR! ¡¿Estas bien?! —Ella no respondía, miraba al vacío, a Hefesgo se le comenzó a salir las lágrimas ardientes—. Teníamos planes, sabíamos que en algún momento pasaría, estábamos preparados para este día mentalmente, pero ahora que llegó el momento... No estoy listo para que te vayas —decía muy quebrantado.
Le dio su último beso a su amada, cubrió a su bebé en una manta azul, agarró el collar que tenía Bianca, pues ella dijo que si le pasaba algo, que le diera su collar a su bebé para que su loba la o lo protegiera.
Ellos se arriesgaron a lo que podría pasar con tal de que su bebé estuviera bien, a pesar de lo débil que estaba Bianca, Hefesgo le llevaba hielo para que se mantuviera fría, llevaba dos cubetas por semana ya que él también podía morir yendo al frío a cada momento y pues ellos se necesitaban vivos para mantener al bebé a salvó, pero al dar a luz fue lo último que pudo aguantar Bianca.
Hefesgo cubrió a Bianca con una manta roja, se despidió y se fue a su Reino con su bebé en los brazos para estar más protegidos.
Al día siguiente un guardia del Reino de Hielo encontró a la princesa cubierta con la capa del príncipe de Fuego, había sangre blanca en el suelo, llamó a los otros guardias para poder llevarse a la princesa al castillo real y el Rey al ver la capa del príncipe Hefesgo en su hija, lo culpo por la muerte de su hija y desde entonces estos Reinos de convirtieron enemigos.
18 años después...
—¡HUYAN! ¡RÁPIDO! busquen el libro azul y empújenlo, se abrirá la pared dejando ver un cuartito pequeño, después encontrarán otra puerta que dirige a la salida fuera de este almacén, ¡CORRAN, CORRAN! —dijo ella expulsando sus poderes mientras tenía sus brazos extendidos a los lados.
Ella estaba de forma diagonal en el almacén, expandiendo hielo por su mano derecha y fuego por su mano izquierda, manos quienes apuntaban a las puertas que estaban a tres metros de ella.
Los pequeños entraron al cuarto de limpieza, poniéndole seguro a la puerta, buscaron entre los estantes el libro azul que ella había dicho, uno de ellos lo encontró, lo empujó haciendo que el estante se deslizara, por lo que se miraron sorprendidos, parecía una película con un pasadizo secreto.
Al escuchar que alguien quería abrir la puerta, se adentraron hacia ese otro cuarto cerrándose el estante detrás de ellos.
Por otro lado, la chica que les había dicho a los pequeños que huyeran, ya no podía más, cubrió un lado de hielo para que no pudieran entrar, y del otro lado lo había derretido.
Igual eso no detuvo a los dos hombres con batas y capuchas negras, dejando ver sólo su cara con ojeras moradas y su piel demasiado pálida cómo la de un muerto, ellos entraron al almacén y ella los combatía, ella haría lo que sea para proteger a esos dos pequeños.
***
—¡Debemos escapar Hannah! —Él la tiraba del brazo, ya estando fuera del almacén, se encontraban parados en la puerta de donde habían escapado.
—Hay que esperar Alex, no la podemos dejar aquí, después de todo lo que ha hecho por nosotros —decía poniéndose de brazos cruzados mirando esperanzada hacia la puerta, mientras su hermano le hablaba el brazo.
—Lo sé, pero el plan era que si ella no salía en media hora, teníamos que seguir hasta el barco, reencontrándonos ahí... si la seguimos esperando, el barco va a zarpar y nos dejarán, es nuestra oportunidad Hannah, no quiero volver a ese calabozo. —Él la agarraba con sus dos manos y la miraba preocupado—. Eres mi hermana y no dejaría que algo malo te pase de nuevo. —Ella suspiró y aceptó.
Ellos corrieron, pero escucharon que la puerta estaba siendo pateada, entonces se escondieron en los contenedores de basura para luego asomarse y ver quién era que abría la puerta de donde ellos habían huido, pues podría ser la chica que los ha salvado o los hombres malo y en tal caso de ser ellos, no sabrían que hacer, más que solo esconderse.
—Por supuesto nena, no puedo dejar a Nathalie huérfana, regresaré con Hazel para formar una familia —afirma y Hannah queda satisfecha con lo escuchado.Aunque así lo quisiese Apolo, realmente no sabía si así sería, algo dentro de él le daba miedo que se quedara con Jackson, eso sería como para matarse, pero lo iba a aceptar por el hecho de que quiere que su amada sea feliz.—¡Adiós! —Juliette se acerca con la bebé.—Adiós. —Apolo le sonríe y luego toma a la bebé en sus brazos—. Adiós princesa, trataré a tu mami. —Besa su frente—. Cuídala con su vida. —Apolo le regresa a la bebé confiándole quién ahora es parte de su vida.—Claro. —La recibe con mucho gusto.Apolo tiene muchos sentimientos, no quería dejar a Nathalie, pero tampoco podía llevársela, entonces él se aseguraría de volver a salvo.Después de despedirse, salen del escondite y comienzan a caminar, no les quedaba de otra, Jackson se había llevado el auto y como lo detestaba en este momento.—Cuando encontremos a Jackson y este
—¿Qué? No, ellos saben dónde están, estoy segura de que trabajan para Apolo. —Se altera Luna y Red intenta llevársela—. Tal vez con esto si me reconozcan.Luna estira su brazo y le congela los pies a los dos hombres, luego uno de ellos toca su oído y dice “Señor, tiene que venir”.***—¡¿Ficere?! ¿Pero como…? —se pregunta Apolo muy confundido.—No lo sé, quedamos atrapados y tuve que usar mi calor al lado de ella, casi la mato —recuerda Red muy preocupado.—Que quedarás viva es extrañe e imposible —dice Jean y antes de que Luna pueda contestar eso, Apolo abre su boca.—Tal vez sea cierto, pero son criaturas, así que todo es posible. —Apolo camina cojeando hacia ellos.Desde que llegaron Red y Luna, se encontraban sentados en el comedor, pero Apolo por ansiedad de querer salir a rescatar a Hazel, se había queda parado con el hombro recostado en el umbral de la entrada de la cocina del escondite secreto.—Sé que le fascinaría mucho seguir escuchando para hacer una investigación sobre es
El calor de Red empezaba a matar a Luna, , ellos podían estar juntos al aire libre, no encerrados como ahora. Red tiene la idea de romper el frasco con sus poderes antes de que mate a su amada.El humano que los había atrapado, suelta el frasco en el momento que este se calienta y cuando cae al suelo, se rompe, se crea una luz gigante dejando ciegos a las personas del campamento, hasta estaban confundidas, creerían que el bosque está embrujado.Poco a poco la luz alrededor de Red y Luna desvanece, y ahora se han convertido en humanos, Luna tose porque se había asfixiado con el calor de Red.—¿Estás bien? —pregunta Red y Luna alza su mirada.—¡Red! ¡Somos humanos! —Se altera.Él se ve las manos y su cuerpo, estaban desnudos y no sabían ni el como lo hizo. Red era de piel blanca y cabellera roja, Luna era pálida y de cabellera blanca.—¡Que increíble! —Realmente le gustaba su cuerpo.Se levanta y luego a ayuda a Luna, cada uno se examina y queda extasiado con la figura del otro.—No Red
—Acéptame como tú rey y te dejaré en paz. —Esboza una sonrisa malévola.—¡Jamás! —responde Apolo indignado.—Entonces hazlo por Hazel. —Alza su mano y chasquea sus dedos.Seguido de esto, Hazel es elevada como si la sostuvieran por el cuello, Black la estaba ahorcando.—Prefiero que me mates, aunque eso es algo que nunca harás porque le tienes miedo a Hazel, sabes que si me tocas un pelo, ella te hará cenizas. —Apolo solo fingía ser fuerte—. ¿Qué se siente criar a alguien creyendo que podía ser tu protección, cuando en realidad es tu destrucción? Los dos sabemos que ella se va a zafar de ese agarre oscuro y te matará. —Le devuelve la sonrisa malévola.Apolo no iba a caer en su juego de manipulación, porque existe la posibilidad de que lo allá segado y que todo sea una ilusión para que él ceda ante el dolor generado por su amada.Black se ríe y vuelve a chasquear sus dedos, Hazel cae al suelo y Apolo corre a ayudarla.—Muñeca lo siento, creí que era una ilusión. —Ella lo empuja molesta
—¿Qué es? —pregunta Alice soñolienta.—Luna, Red… —susurra Hazel muy alegre.Estas luces se adhieren al collar de Hazel y brillan en su lugar, de forma inmediata el cabello de Hazel se enciende como un interruptor generando corto circuito. Luego estos nuevamente salen del collar y muestran su forma natural, Luna una loba blanca, y Red un lobo rojo.—Esto si es magia. —Max estaba asombrado.—Yo quiero vivir en su mundo —dice Laura fascinada.—Apolo está en camino —anuncia Luna.—¡No puede ser! ¡Hablan! —Víctor se agarra por los cabellos y cree que está loco.—Shhh, nos van a cachar —le sermonea Alice y él se retracta.—Lo siento —dice en voz baja y luego prestan atención a los lobos que parecían unos fantasmas.—¿Y los pequeños? —Se interesa Hazel.—Apolo está debatiendo con quién dejarlos, ya que el señor Oscuro incendio su casa y hay muchos cuerpos muertos, aunque sinceramente con el olfato de Doky no pudimos percibir el olor de los padres de Hannah y Alex —responde Red.—Creemos que
—¡Imbécil! ¡¿Qué demonios haces aquí? ¿Dónde está Hazel? Si la dejaste con los simples mortales, seguramente ella debe estar muerta. —Apolo estaba furioso.Por más que Jackson deseaba devolverle el golpe, se iba a contener solo esta vez, este momento necesitaban ser aliados para rescatar a Hazel.—¡Nuestra casa! —Hannah baja del auto y sus ojos se cristalizan.—¿Qué sucedió aquí? ¿Dónde están nuestros padres? —pregunta Alex quebrantado.Ambos pequeños corren a su hogar y antes de entrar, Alex le da la bebé a Apolo, sabía que entrar a una casa con cenizas no era lo ideal para una bebé.—Lo siento, cuando llegamos, ya estaba así —se explica Jackson adolorido y Apolo no lo deja de mirar con rabia—. Lo más probable es que el señor Oscuro los haya venido a buscar y como los encontró, se llegó hasta donde estábamos.—¿A que te refieres? —Apolo baja la guardia cuando escucha la información.—El señor Oscuro, tu padre nos encontró y ¿Sabes que? Hazel no tuvo la oportunidad de defenderse graci
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