Gavel, pocas veces se molestaba, tenía más paciencia que un alfa promedio, quizás por sus situaciones familiares y el mismo carácter relajado de su padre..., sobre todo con Rayan, a él le permitía la mayoría de las cosas que no le permitiría a nadie. Eran amigos después de todo, no por gusto este depositaba toda su confianza en él. Sin embargo, esta vez, Gavel estaba molesto, no, lo que le seguía.
Y solo por un hecho. Su cariño estaba llorando.
Y eso no era para nada normal. Ver a Cassandra llorar era extremadamente difícil. Pocas cosas hacían que sus lágrimas corrieran por sus mejillas, una de las veces provocadas por él y hasta ese día se golpeaba mentalmente por hacerlo sentir así y pagaría toda la vida si fuera necesario. Pero ahora, con lo que le había dicho Cassandra sobre Leticia, no tenía que ir muy lejos para saber que Rayan había estado involucrado.
Apenas llegó a la casa del alfa y dejó la moto para subir. Al tener una copia de la cerradura por seguridad entró y no faltó mu