Vicente abrazaba a Feli en la habitación del hospital.
—Te preocupa mucho ella. —Feli habló de repente.
Vicente, que había estado mirando a Estrella, desvió la mirada y asintió.
—Ella estará bien. —dijo Feli.
—Sí.
—¿Te gusta?
—¿Sabes lo que significa "gustar"? —Vicente lo miró de reojo.
—¿Como a Diego le gusta mi mamita?
—¿Sabes que Diego le gusta tu mamita? —Vicente soltó una risa.
—No subestimes a los niños, sé muchas cosas. —Feli asintió con seriedad.
—No es que te subestime. Hoy te comportaste muy bien, eres un verdadero hombrecito, muchos adultos no son tan valientes como tú. —Vicente le acarició el cabello.
Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió y entró Irene. Vicente se levantó y, sin dudarlo, Irene tomó a Feli en sus brazos.
—Vicente, puedes irte. Yo cuidaré de Estrellita.
—Pero aún tienes al niño...
—No te preocupes. —Irene respondió—. Sam vendrá a buscarlo en un rato.
Vicente quería decir algo más, pero al ver los ojos enrojecidos de Irene, que le dio un be