Tan pronto como Lucas termina las pruebas, comenzamos con los entrenamientos para el viaje hacia Deimos. El jet aún está en fase experimental, y el viaje a través del flujo de magia no será sencillo. Será caótico, impredecible. Debemos estar preparados para todo.
Una tarde, mientras repasamos los protocolos de vuelo, Gale me pregunta con su habitual tono calmo, aunque puedo ver la preocupación escondida en sus ojos
— Andy... ¿por qué quieres ir a Deimos? —
— Ya les he dicho, es para entrenar con el Rey de los Dragones — respondo, intentando sonar firme.
— Sé que no quieres hablar de lo que pasó en Dargenthu, pero... necesito saber que estás bien. Que vamos por las razones correctas — su voz es suave, pero su mirada arde con preocupación.
— Sé lo que estoy haciendo — respondo con más dureza de la que pretendía — No necesito que lo apruebes —
En cuanto las palabras salen de mi boca, me arrepiento. Fue injusto.
— No dije eso... — Gale baja la mirada — Solo pienso que aquí, en la Tierra, e