Estúpido y sensual CEO

Estúpido y sensual CEOES

Romántica
Marisol FR  Completo
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Resumen
Índice

La historia trata de Richard, un CEO que forma parte de la “Asociación cultural de CEOS encuerados”, cuyo propósito es que cada integrante tenga a su sumisa ideal. El problema es que, de todos ellos, Richard es el único que aun no consiguió al amor de su vida, por lo que es el hazmerreir del grupo. Cansado de esa situación, Richard convoca a un llamado para un puesto de secretaria en su empresa. ¿Podrá encontrar a la sumisa de sus sueños? ¿O se encontrará con otra cosa?

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Capítulo 1. El hazmerreir de la asociación
Como cada mes, los integrantes que se asociaron en la “Asociación Cultural de CEOs encuerados”, se reunieron en su base central de Las Vegas para hablar de los últimos avances hechos por cada uno. El edificio lucía como cualquier otro de estilo corporativo: lleno de paneles de vidrio, de superficie lisa y con un eslogan cuya tipografía remitía al minimalismo.Todos estaban sentados alrededor de una larga mesa, vestidos con sus mejores trajes y luciendo espectaculares cortes de pelo masculinos. Y, al lado de ellos, se encontraban sus novias. La mayoría eran mujeres sumisas y recatadas que, por uno y otro motivo, se enamoraron perdidamente del CEO de la empresa en la cual trabajaban y accedieron a ser sus parejas. Era una de las reglas esenciales de la asociación para subir de nivel y ganarse la admiración tanto de sus colegas como de sus múltiples admiradoras que envidian a las chicas que consiguieron conquistar.Solo uno estaba completamente solo: Richard.Richard era un hombre de 35
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Capítulo 2. Se busca secretaria
Mientras, en algún lugar de Sao Paulo, una joven llamada Macarena estaba trabajando en un restaurante como mesera.Como cada turno, iba a atender a los clientes, servirles la comida, hacer movimientos de karatekas a los que querían tocarle el trasero y cobrar propinas. Y mientras hacía todo eso, soñaba con conocer a un millonario, que se enamorara perdidamente de ella y la sacara de la pobreza.- ¡No veo la hora de tener mi boda de ensueños! – dijo Macarena, en su hora de descanso – Mi futuro esposo será alto, guapo, millonario, dueño de una empresa exitosa y tendrá una mansión en algún país europeo.- ¡Sigue soñando! – le dijo una compañera de trabajo – Entiende que los millonarios solo se mueven dentro de su círculo. ¡Nosotras estamos fuera de la ecuación!Aún así, a Macarena le gustaba pensar en esas cosas. Y es que, desde pequeña, veía muchas telenovelas de ese estilo, donde la desdichada heroína conocía a un príncipe que la sacaba de su situación y la trataba como una reina. Con
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Capítulo 3. Un acuerdo mutuo
Primero fueron a una tienda de zapatos muy chic que, en circunstancias normales, Macarena nunca iría porque cada par costaba lo mismo que el alquiler de su piso. La joven señaló un bonito par de tacones rojos, pero Richard se burló diciendo:- ¡Esos solo los usaría María la del Barrio! ¡Te compraré un par de tacones dignos de una Kardashian!Y la chica de la tienda le mostró un par de tacones aguja fina, de un tono rojo pero con diamantes incrustados en las orillas. Y unos hermosos rubíes cosidos al centro era lo que le otorgaban un brillo especial.De inmediato, Macarena sintió que se le caía baba en la boca. No podía creer que aquel desconocido le compraría unos tacones que ni en sueños pensó usarlas. Desde el fondo de su mente, se propuso conquistarlo a como dé lugar.- ¡Son hermosos! ¡Gracias, señor!Richard, de inmediato, se sonrojó. Era la primera vez que se sentía cómodo con una mujer ya que, por lo general, siempre se comportaba tímido con ellas. Y es que siempre se sentía int
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Capítulo 4. El CEO más suertudo
- ¡No puedo creer la suerte mía! ¡La sangre de Cristo tiene poder!Richard estaba saltando sobre una pata y sentía que su cuerpo se aligeraba de alegría. Y tras recordar aquella escena en que encontró a Macarena en el suelo, con las piernas abiertas y mostrando su bombacha, sintió que se le paraba el corazón (y algo más).En la empresa todos lo miraban extrañados, ya que era bastante inusual que su CEO estuviese de buen humor. Pero decidieron seguir con sus trabajos porque ya estaban a fin de mes y esas deudas no se saldarían solas.Cuando Richard llegó a su oficina, se encontró con Sonia quien estaba llevando unos papeles y le dijo:- Sonia, ve a mi oficina. Sabes que eres la persona en quien más confío, necesito decirte algo.- Por supuesto, señor Richard.Sonia se sonrojó, ya que ella estaba enamorada del CEO en secreto. Pero como el hombre era bien despistado, nunca se percató de las sutiles señales que le envió su asistente administrativa.Como la vez en que ella se apoyó sobre s
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Capítulo 5. Su primera (y fallida) primera noche
El trabajo de secretaria de Macarena era bastante relajado, en comparación a su anterior trabajo de mesera. Al menos, no tenía que aplicar sus técnicas de karateka para defenderse de los acosadores ni escupir en los cafés de clientes que le caían mal. Aún así, se sentía preocupada: Richard la invitó a su mansión situada en la Triple Frontera y le dijo que vistiera con la ropa más provocativa que tuviera en su armario.“Lo único provocativo que tengo es ese vestido negro” pensó Macarena. “Pero si descubre que uso sostenes con relleno y ve que en realidad soy más plana que una tabla de planchar… ¡Que horror! Bueno, al menos puedo usar su dinerito para operarme las tetas y así enamorarlo con mi sensual carisma y encanto”.Cuando llegó el día, Macarena se equipó con su vestidito y dos conjuntos de ropas para cambiarse luego tras su noche de pasión. Richard la hizo subir a su helicóptero personal porque como era mega archi millonario, tenía hasta su propio helipuerto en la mansión de la Tr
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Capítulo 6. Su segunda (y placentera) noche
- ¿Adivinen qué, muchachos? ¡Ya tengo a mi sumisa y lo hicimos en mi mansión!- Ooooh, que impresionante (es sarcasmo, por si no lo notaste). Avísanos cuando lo hagas en la terraza, al aire libre y en la mira de todos los vecinos.Richard enfureció ante el comentario de Roberto, de quien ahora sospechaba que se apropiaba de todas sus secretarias para que nunca tuviese chances de conseguir una sumisa. Por suerte, logró encontrar a Macarena primero. Y como ella no estaba dentro de ese nefasto círculo, además de que era lo suficientemente alta y fuerte como para siquiera estar en la mira de un CEO, pues ya la tenía asegurada.Sin embargo, estaba preocupado. Su primera vez fue un chasco: Macarena no paraba de quejarse de que le dolía la cavidad vaginal y, en un momento dado, le propinó un fuerte golpe a Richard, de puño cerrado, dejándole la mejilla hinchada.El pobre hombre tuvo que ir al hospital.Por su parte, Macarena estaba arrepentida de lo que hizo. Su natural mecanismo de autodefe
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Capítulo 7. La reunión de la Asociación
Un mes después de haber consumado su relación, Richard llevó a Macarena a la sede de la asociación situada en Las Vegas. Macarena lució, esta vez, una camisa blanca de mangas cortas y unos pantalones negros que estilizaban su silueta. Todos los integrantes quedaron asombrados al ver que el CEO fracasado al fin consiguió a su sumisa.Uno de ellos fue Roberto, quien estaba sentado en una sofisticada silla ejecutiva acolchada y con rueditas. En su regazo se encontraba una de sus sumisas que accedió a acompañarlo. Adelaida no pudo ir porque se sentía indispuesta.Sin embargo, todavía debían corroborar algunas cosas.Roberto, ensanchando una sonrisa, se acercó a Richard y le dijo:- ¿Cuánto le has pagado para que te abriera las piernas?Macarena hizo una mueca de desagrado. En verdad Roberto le caía mal y, para colmo, la estaba tratando como una cualquiera.- Eso no te incumbe – le respondió Richard, señalándolo con el dedo – ella está conmigo por voluntad propia… ¡y porque activé los dote
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Capítulo 8. Un nuevo tipo de sumisa
Tras lo surgido en la reunión de la asociación, los miembros se volvieron a reunir al siguiente día sin la presencia de sus novias. Todos le atiborraron de preguntas a Richard sobre su sumisa, dónde la encontró y el porqué justo eligió a una mujer tan fuerte y agresiva que parecía más bien una titán.- La encontré en la calle – les explicó Richard – Casi la arrollé con mi auto y le miré su ropa interior. Así es que la invité a salir y… ya saben.- Creo que lo mejor sería que busques a otra – dijo un colega suyo cuyo nombre a nadie le importa – Roberto en verdad recibió un fuerte golpe que lo llevó a terapia intensiva. ¿Qué tal si, en un día de estos, te rompe el…?- ¡No me va a romper nada! – le interrumpió Richard que, inconscientemente, se cubrió la entrepierna con sus manos – Macarena es una sumisa auténtica, se los puedo garantizar. Reacciona a mis efectos naturales de CEO encuerado que aprendí a activar hace poco.Todos murmuraron entre sí, ya que creían que Macarena, a la larga,
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Capítulo 9. Intentando hacer amigas
- ¿Por qué vivimos en un mundo tan superficial, donde los hombres solo se fijan en el físico y no en los sentimientos?Sonia estaba hablando con una amiga por teléfono sobre su desafortunado destino. No paraba de llorar y, en esos momentos, tenía en sus manos un tupper donde guardaba su almuerzo y con el cual jugueteaba. Por su parte, la amiga del otro lado de la línea trataba de consolarle diciendo cosas como:- Olvídalo, ese chico no vale la pena. Hay muchos peces en el mar. Búscalos, usa un vestido sensual, maquíllate y actúa como una mujer empoderada. ¡El mundo es tuyo, querida!Cuando terminaron de conversar, Sonia abrió su tupper, revelando así una ensalada de lechuga, tomate y zanahoria que se preparó para empezar su dieta. Había subido diez kilos desde el último mes y eso ya le preocupaba, porque los botones de sus camisas gritaban socorro cada vez que se vestía con ellas.Y mientras almorzaba, escuchó a un par de colegas del trabajo chismoseando en un rincón, sobre la nueva s
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Capítulo 10. Una inesperada amistad
Macarena y Sonia salieron en el horario acordado. Cerca de la empresa había un bar, donde los trabajadores solían desestresarse de la intensa jornada laboral durante el After Office.Ambas mujeres se sentaron en una mesa y comenzaron con las picadas. Macarena se sorprendió de lo mucho que comía Sonia, tanto que tuvo que pedir otras dos bandejas más para saciar su estómago.- Intenté iniciar con una dieta y, en todo el día, solo me comí una ensaladita – le explicó Sonia a Macarena – Y como me atiborré de helado, necesito probar algo salado.- ¡Nadie puede sobrevivir con una ensaladita! – dijo Macarena, llevándose ambas manos por la cabeza – Hay que tener una dieta equilibrada.- ¿Y cómo haces para mantener la silueta?- Solo como las comidas principales y practico artes marciales. Así es que, si alguien nos asaltan, yo te protegeré.Sonia sonrió. Supuso que Macarena en verdad estaba necesitada de amigas con la cual charlar que estaba dispuesta a arriesgar su cuello por ella.Cuando les
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