Mundo ficciónIniciar sesiónIsabella fue a la cocina para prepararle un poco de avena a Maximilian. Pero a mitad de la cocción, escuchó de pronto unos golpes en la puerta.
Se detuvo y fue a abrir… solo para encontrarse con Miguel, que la observaba con una sonrisa astuta.
—Hola, Isabella —saludó, ampliando su sonrisa.
—¿Dónde está Max? —preguntó, con la mirada cálida al encontrarse con la de ella.
—Max está adentro. Está enfermo —respondió Isabella con tono cortante, evitando mirarlo.
—¿Enfermo? ¿Puedo pasar? —preguntó Miguel.
—Haz lo que quieras —respondió Isa







