65. Perdóname
Satarah despertó mirando a su alrededor aturdida pero al verquee estaba en el hospital inevitablemente se llevó una mano a su vientre.
Recordaba cada detalle de lo que había sucedido.
La persecución.
La explosión.
Dimitry tratando de protegerla.
—¿De verdad lo hizo? —susurró.
Su cuerpo estaba tan dolorido porque ella había resultado herida. ¿Entonces dónde estaba Dimitry?
¿A él también lo habían lastimado?
Satarah estaba más nerviosa ahora y escuchó voces acercarse.
—¿Por qué quieres verla mamá? Satarah no necesita que estés aquí recordándole que Dimitry no ha venido a verla después de lo que le pasó.
—¿Cómo crees que haré eso? —preguntó en tono dolido Yelena.
Ella nunca había escuchado a esa mujer así. Casi era como si la hubieran reemplazado.
La certeza de que Dimitry no había ido a verla la golpeó pero aún así se preguntó por qué él la había protegido con su cuerpo.
¿Había sido algo instintivo?
Satarah se hizo la dormida mientras las mujeres se acercaban.
—No soy un monstruo, Ras