56. Ella... no está aquí
Valerik le dio un puñetazo al hombre para despertarlo. Después de tantas torturas, se había quedado inconsciente.

El irlandés, encadenado, levantó apenas el rostro cubierto de sangre seca.

—¿Eso es todo lo que tienes? —gruñó el secuestrador—. Pensé que los rusos eran de temer, pero sinceramente eso fue como el golpe de una niña.

Valerik sabía perfectamente bien que estaba intentando provocarlo para que lo matara pero eso no iba a pasar, no tan rápido.

Incluso aunque llevara horas torturándolo.

Él no encontraba la paz, cada vez que recordaba el rostro perplejo de Rashel la ira ciega lo golpeaba

Dimitry se agachó frente a él.

—Sigues sin entender dónde estás parado.

Dimitry le rajó la cara haciéndolo aullar de dolor.

Valerik lo observaba sin decir palabra, tenía los nudillos rotos de tanto golpearlo, la camisa manchada de sangre en los antebrazos.

Cuando por fin habló, lo hizo sin parpadear.

—Dime ¿Qué carajos le hiciste a Rashel?

El irlandés sonrió con los dientes rotos, él mismo había
ANGGIE VILLALOBOS

Gracias por leer

| 71
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App