232. Esta vez sí tendré mi noche de bodas
—No llores, Bambolina. Todo saldrá bien, vas a casarte con el hombre al que amas, aquí solo hay lugar para sonrisas —murmuró Marco cerca de su oído.
Marco tenía razón.
Se estaba casando, otra vez, con el hombre al que amaba y que la había amado primero, que la adoraba y estaba segura de que haría cualquier cosa para que fuera feliz.
—Te ves tan hermosa, hija. ¿Estás segura que no quieres huir? —bromeó Zane.
Satarah sonrío con el ánimo que los dos hombres a su lado le estaban dando. A su padre le gustaba molestar a Dimitry como a su hermano pero ya habían hecho las pases, estaba más que claro que Dimitry era el único que podía hacerla feliz, ya se lo había dicho antes.
Nadie podría amarla con tanta adoración como Dimitry. Y en definitiva, ella no querría a nadie más porque se sentía de la misma manera que su esposo, lo amaba demasiado.
—Absolutamente segura.
—Mi mamá está tan hermosa, parece una princesa —escuchó que Ava le decía a Rashel y esta asentía con la cabeza intentando controla