2. A la orilla de la playa
ACTUALIDAD:
—Mi pequeña casa es tan llena de los regalos de tu misterioso hombre ¿Le diste nuestra dirección o él la consiguió? Estoy muy envidiosa ahora —habló Polina al otro lado del teléfono.
La piel de Lya se erizó con el recordatorio de Polly.
Juntas se habían ido a Italia pero desde ese momento no había dejado de recibir incontables regalos sin una dedicatoria o nota. Aunque esta no era necesaria, porque ella ya sabía a quién pertenecían esos regalos, no había ningún otro hombre en su vida más que él.
Después de que Gian se fuera de la casa de Dimitry, había intentado localizarlo por todos los medios, incluso había hablado con su padre.
“—Él está de viaje, volverá pronto. ¿Quieres que le diga algo? —Había preguntado Marco mirándola fijamente, como si pudiera leer sus secretos a través de sus ojos.”
Ella había terminado sonrojada y había huido llena de miedo de que se diera cuenta que estaba embarazada, le había inventado alguna tontería que nos recordaba.
No podía decirle a Gia