199. El miedo te delata
—Así que, Natalya. ¿Cómo te has sentido últimamente? ¿Tienes algún dolor o algo importante que quieras decirme mientras te reviso?
Lya se sentía incómoda al estar en aquella habitación gélida. Estaba fingiendo estar perfectamente bien con el toque del médico pero lo cierto es que no le gustaba aunque fuera mínimo y lo peor que apenas acababa de empezar el chequeo.
Le había dicho que debía revisarla para saber qué le había ocurrido a ella después del secuestro. Por un momento ella pensó que quizás Gian le había contado a aquel hombre la intimidad que ellos habían compartido pero al ver que no hacía preguntas respecto a eso supo que se había equivocado.
—E-estoy b-bien, me siento bien —dijo por lo bajo cuando él comenzó a revisarla.
Inconscientemente había dado un respingo y el médico la observó en silencio y acto seguido dejó de tocarla.
—Si me permites te sacaré unas muestras de sangre, todo debería estar bajo control pero como ya sabes, son exámenes de rutina.
Ella asintió con la cabe