66

Un dolor agudo en su pecho hizo que mirara la pantalla del celular, para asegurarse de que aquel número al que había llamado pertenecía realmente al de Théo.

—Aló, ¿hay alguien ahí? —La voz femenina continuó.

Entonces, ya tomada por el dolor, Maia decidió continuar su martirio.

—¿Este es realmente el teléfono de Théo? —preguntó como una idiota, quizás pensando que estaba alucinando.

—Sí, conozco tu voz. —La mujer hablaba animada. —Tu nombre es Maia, ¿no es así?

—Sí, pero solo dedujiste eso porque es lo que está guardado en su celular, ¿no es cierto?

—No, claro que no, ¿no te acuerdas de mí? Me llamo Andreza, nos conocimos personalmente, viniste un día a mi casa a buscar a Théo.

—Ah, me acuerdo. —Respondió con un nudo en la garganta.

Ella sabía, desde el inicio, de quién se trataba la persona que había atendido el teléfono; solo se estaba negando a creerlo. Entonces, continuó:

—¿Por qué atendiste su celular? ¿Acaso él no está ahí?

—Ni te cuento, niña, parece hasta un déjà-vu lo que est
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP