Cuando César y Oliver llegaron a donde se supone estaría Victoria, ya era de noche. Se estacionaron frente a una casa poco llamativa, y todo se encontraba oscuro.
No sabían si realmente era el lugar correcto, pero todo indicaba que sí, por lo que tenía que averiguarlo.
—El seguro del auto nos dio acceso al GPS por ser un asunto de secuestro, pero las posibilidades de que se hayan desecho del rastreador es muy alta. Antes de adentrarnos a buscar, deberíamos de esperar a los agentes. —Oliver trató de razonar con su hermano, Ya que la ultima vez que actuaron por su cuenta casi terminan muertos.
Sin embargo, Oliver se le olvidó lo obstinado que era César cuando se trataba de Victoria.
César miró a Oliver con determinación.
—No voy a esperar más, Oliver. Cada segundo cuenta. Si están aquí, no puedo arriesgarme a que se escapen de nuevo —dijo con firmeza.
Oliver suspiró, sabiendo que intentar detener a su hermano sería inútil. Así que asintió y decidió apoyarlo, aunque preferiría esperar a