52. Dos imanes
POV AIDEN LEFEVRE
Después de más de media hora de recorrer el lugar entre el bullicio, las luces y ese aire saturado de alcohol y falsas sonrisas, comprendí que seguir buscándola era inútil.
No se trataba de una mujer que se dejara encontrar; era de las que disfrutaban ser perseguidas.
Así que decidí cambiar de estrategia.
El azar no iba a darme lo que la inteligencia podía conseguir.
Si era tan enigmática como su mirada insinuaba, en algún momento tendría que refugiarse en un lugar apartado… un espacio donde la máscara se deslizara, aunque fuera por un instante.
El baño era el escenario perfecto.
Silencioso, discreto, y sobre todo… inevitable.
Apoyado contra la pared, con el cigarrillo suspendido entre mis labios y una mano hundida en el bolsillo del pantalón, observaba cómo el humo ascendía lento, dibujando figuras caprichosas en el aire cargado de misterio.
Cada bocanada…esperaba, no con impaciencia, sino con la certeza fría de quien sabe que la presa siempre regresa al l