16. ¿Tan fácil se te hizo olvidarme, Irene?
POV IRENE SAINT
El inicio de la demanda, mediante la cual Alessandro reclamaba su legítimo derecho como heredero principal de la familia Lefevre, constituyó un éxito indiscutible. Previamente, él me había entregado el expediente con la solemnidad de quien presenta una prueba concluyente en un juicio: desde la prueba de ADN practicada años atrás por su madre hasta una de las copias auténticas del testamento otorgado por su padre. Con estos documentos, el caso quedó jurídicamente blindado; lo demás será únicamente cuestión de tiempo y de trámite procesal.
No pude evitar sonreír con cierta ironía al imaginar a Mónica Lefevre intentando impugnar lo inevitable. Que lo intente, pensé; verla esforzarse por negar lo obvio será un entretenimiento a la altura de la ocasión.
Al salir de los juzgados le pedí a Víctor —quien, por órdenes de Alessandro, no se ha apartado de mi lado— que me llevara al cementerio. Hoy, al fin, regresaría a la tumba de mis padres. Llevaba conmigo un ramo de crisan