Cuando terminó la capacitación y comenzó oficialmente el rodaje, Serena sintió que todos en el set la estaban aislando.
El director no tenía ninguna queja directa con ella. Basilio, aunque era un director famoso, trataba a todos los actores por igual. No importaba qué tan famoso fueras: si actuabas mal, él te regañaba sin dudarlo.
Sin embargo, en esos días, parecía que Basilio estaba de muy mal humor. No le sonreía a nadie, ni siquiera al productor.
Serena llegó temprano al set. En los últimos días había estado viendo muchas series y realities, así que ya reconocía a varios rostros.
Se acercó con una sonrisa a saludar a algunos actores...
Pero nadie le respondió.
Bueno.
Tal vez así era la vida de los nuevos.
Ya estaba acostumbrada a las miradas frías. Cuando fue nueva en el mundo real, la ignoraban igual.
Ni siquiera había desayunado. Como aún no era su turno, se sentó sola en un rincón con su café y un sándwich.
—Qué mundo más jodido... —murmuró.
Lo que Serena no imaginaba era que lo