Emilio se acercó con una carpeta rectangular en las manos, interrumpiendo el momento con la precisión que lo caracterizaba, como si supiera exactamente cuándo cortar un silencio que comenzaba a volverse demasiado elocuente entre sus jefes.
Aunque no dijo nada aún, su presencia fue suficiente para que ambos se enderezaran ligeramente, recuperando la compostura como dos actores volviendo al libreto tras un instante improvisado.
—Aquí están los planos preliminares de remodelación de West Palace Málaga y Burdeos. Los ordené por prioridad y coste estimado. Si requiere algo más, estaré disponible —informó con precisión, mostrando el tipo de eficiencia que Isabella valoraba, especialmente en momentos como ese, donde todo lo no dicho pesaba más que las palabras. Sus ojos se posaron brevemente en ella, como si confirmara que sus silencios también sabían decir lo justo.
Gabriel tomó el material y asintió, pero en su gesto hubo algo más que simple cortesía. Sus dedos se demoraron apenas un segun