ASHTON GARDNER
El celular vibró en la mesita de noche.
Abrí un ojo.
Lo miré sin moverme.
Solo lo suficiente para leer la notificación sin despertar a la criatura acurrucada en mi pecho.
William:
"Ataque a la red repelido anoche. Ya reforzamos el cortafuegos. Oliver y el equipo lo manejaron. No hicimos ruido."
Suspiré por la nariz, en silencio.
Otro intento.
Otro bastardo cobarde que prefiere las sombras.
Apreté con más fuerza el brazo alrededor de ella.
Liss.
Se movió como un gatito, enredando sus piernas con las mías, buscando mi pecho, mi calor, como si lo hiciera hasta dormida.
—Shhh… —murmuré, besando su frente—. Todo está bien, mi amor.
Acaricié su mejilla y su hombro, se veía tan perfecta en mis brazos.
Ella se frotó los ojos, sin abrirlos del todo, y deslizó una mano por mi cuello.
—¿Ya es hora? —preguntó, con esa voz rasposa que me mataba.
—Aún no —le sonreí—. Podemos quedarnos un ratito más… solo nosotros.
Ella subió un poco y me besó, primero suave, luego más profundo, como