LISSANDRA
La máquina de café de la oficina sonaba de fondo.
El sol entraba por los ventanales y nosotras…
Bueno, nosotras apenas podíamos caminar bien.
—¿Cómo se atreven a verme a la cara hoy? —dije fingiendo indignación mientras servía mi té.
—No sé tú, pero yo me siento renovada —respondió Tiffany, peinando su cabello ondulado y con una sonrisa pícara—. Aunque tengo moretones… que no fueron causados en el bar.
Todas estallamos en carcajadas.
—¡Lo sabía! —dijo Olivia, tapándose la cara con ambas manos—. Oliver te destrozó, ¿cierto?
—No fue él quien me destrozó —dijo Tiff sin pudor—. Fui yo. Lo amarré al respaldo de la cama.
No tienes idea de lo que ese hombre guarda bajo esa ropa de nerd.
Camila casi se atraganta con el croissant.
—¡¿Lo amarraste?! ¡Tiffany!
—Bueno, él comenzó con lo de “vas a pagar por provocarme en público”... así que decidí mostrarle que yo también tenía ideas.
Spoiler: me ganó, después de aprovecharme de él, lo desaté pensando que habíamos terminado, pero no, er