TIFFANY GARDNER
Había dejado a mi pequeño osito Erick con Camila, ella lo cuidaría un momento mientras Olivia y yo íbamos a ver a Liss, cuando estábamos entrando lo vi pasar, Ash solo, cargando ese peso que no podía ocultar. Su mirada era un fuego contenido, un volcán que luchaba por no estallar, pero que sabía que no podía hacerlo aquí. En ese momento supe que habían encontrado a esa perra.
— Olivia, guarda silencio, volvamos al auto.
— ¿Qué?
— Ash va a ver a Gisella, te apuesto mi laptop si no es así.
Olivia miró a Ashton y asintió, lo seguimos por algunos minutos hasta que llegó a un galpón, la camioneta de William estaba aparcada afuera.
— Bingo. Tienes lo que te pedí.
— Desde que operaron a Liss metí lo que me pediste a la cajuela de tu auto.
— Eres la mejor cuñada que existe Liv.
Nos bajamos y entramos, ahí estaba esa maldita mujer, amarrada mientras Ash la humillaba, y ella lloriqueaba como si eso la fuera a salvar, tenía lava en mis venas, una rabia y una sed de venganza que n