El albino levantó la hoja de su cimitarra para arremeter contra Amaya quien se movió justo a tiempo logrando evadir la estocada.
—¡Voy a matar a tu cazadora!
Amaya se movió más rápido que la filosa hoja plateada y evitó que esta le rebanara el cuello. Su espada estaba a unos metros de distancia y Zahyr todavía sostenía en la mano el dispositivo con el que controlaba el collar. El albino no se esperaba que ella pudiera emplear la psicoquinesis. Con un movimiento de su mano, le arrebató el mando a distancia y logró que este volara lejos del vampiro. Ahora podía respirar más tranquila.
Zahyr se enfureció al verse desprovisto del control del collar y arremetió con más fuerza hacia ella.
—¡Voy a cortarte en pedazos, maldita cazadora!
Phidias se abalanzó en la arena y tomó su espada. Giró en el aire y en un salto imposible, bloqueó la estocada que iba directo a la cabeza de Amaya. Ella se sorprendió al notar el poder con el que el jefe de operaciones de Ryu enfrentaba a Zahyr. Cuando choca