Escapando de un mal amor. Capítulo Una decisión en tus labios
En la iglesia
Los primeros acordes del órgano se alzaban con solemnidad mientras los invitados comenzaban a llenar los bancos de la iglesia.
El ambiente estaba cargado de murmullos nerviosos, perfumes costosos y el crujir de vestidos caros. Pero el novio aún no estaba en el altar.
Samuel se encontraba encerrado en un pequeño salón lateral, lejos de las miradas, de los flashes, y de la presión de una ceremonia que sentía como una soga invisible apretando su cuello.
Con la cabeza baja, sostenía su teléfono entre las manos temblorosas. El rostro reflejaba una lucha interna que amenazaba con partirlo en dos.
Una duda lo atravesaba como una lanza, clavándose directo en el pecho.
—Luciana… —susurró, con la voz rota, por un dolor que había estado intentando ignorar por días, semanas, quizás meses—. ¿Cómo llegamos a esto? No quiero perderte. ¿Por qué fuiste tan egoísta?
Marcó su número por impulso, como si su corazón supiera más que su razón.
Una vez. Dos veces. Nada. La llamada ni siquiera en