Escapando de un mal amor. Capítulo Hermoso porvenir
Cuando Luciana y Octavio se enteraron de la boda de Samuel y Olivia, una oleada de emociones los envolvió.
No solo se alegraron por ellos, sino que sintieron que, de algún modo, también estaban cerrando un ciclo que había dejado heridas, traiciones y verdades dolorosas.
Cuando la pareja les pidió ser sus padrinos, no lo dudaron ni un segundo.
—Queremos que sea un cierre —dijo Luciana con voz serena mientras acunaba entre sus brazos a la pequeña Ariana, que jugaba con sus dedos y lanzaba carcajadas suaves—. Al final, creo que cada uno tiene el lugar que merece.
Su esposo asintió, con una sonrisa que era mezcla de alivio, gratitud y una pizca de nostalgia. Cargaba a su pequeño niño, quien balbuceaba sin parar, lanzando sonidos dulces al aire, sus hijos eran hermosos, y estaban felices, cada vez más enamorados.
***
Olivia no quiso una boda grande. No le interesaban los lujos, ni las fotos perfectas para redes sociales, ni los vestidos de revista.
Quería algo íntimo, algo que le recordara