Escapando de un mal amor. Capítulo Cambio de corazón
En la camilla, los ojos de Olivia permanecían cerrados, vacíos, como si se hubiera desconectado de su propio cuerpo. La luz fría del hospital le golpeaba la piel pálida y los monitores emitían un pitido constante que marcaba un ritmo ajeno a ella, un mundo que parecía seguir girando sin ella.
Se sentía como una muñequita rota, un simple objeto en manos ajenas. Como si alguien más dirigiera cada movimiento de su cuerpo, mientras su alma vagaba perdida en un mar de confusión y miedo. Esa sensación la había perseguido toda la noche, desde aquel instante terrible en que decidió sellar su destino con sus propias manos, lastimando a Octavio Darson en un intento desesperado por proteger a su familia.
A pesar de que su mente le repetía una y otra vez que había hecho lo necesario para salvar lo que amaba, la culpa la devoraba. Se sentía sucia, corrupta por dentro y por fuera, como la peor de las mujeres, una sombra de sí misma. Las lágrimas rodaban silenciosas por sus mejillas, calientes y amar