Llegamos directamente al edificio de Scott y asociados, ambos estábamos demasiado ansiosos por lo que tenía que contarnos nuestro papá.
-¡Fiu, que edificio!-silbo al ver el imponente lugar, sobrio y muy moderno, pero con aire familiar.
En la entrada hay un mural inmenso donde se ve la silueta de un grupo de personas disfrutando de una tarde en algún lugar de Italia.
¿Por qué lo sé? Pues por las casas y el verdor del lugar, era típico de algún lugar de la Toscana.
-Interesante, me gusta- digo con una media sonrisa.
-Todo es interesante para ti, Chris, eso no es ninguna novedad.
-Me gusta apreciar el arte, no como otros-digo en son de burla y James ya me está mirando con el ceño fruncido -, pero vamos que quiero saber todo lo de nuestra prima.
Llegamos al piso indicado por la recepcionista y el lugar es tanto o más hermoso que la entrada, formal y con mucha luz, sus ventanales de par en par nos reciben con una maravillosa vista de la ciudad.
-Buen día, estamos buscando al señor James O'