— ¿Qué pasó weyes? Ya llegó por quien lloraban.
— Chingada madre – susurro Tobías al ver que su hermano entraba haciendo alboroto.
— Tu hermano va a valer verga – sonrió Ethan.
— Disculpe ¿Quién putas es usted? – dijo Konstantin acercándose.
— Lo mismo digo joto ¿Quién es usted?
Nacho miraba de arriba abajo a su nuevo superior sin saber que era su nuevo superior.
— Se le va la lengua a Nacho – dijo Alonzo.
— Pero eso le enseñara – dijo Tobías.
— Soy el Superintendente Lodbrok.
— Oh Super verga ardiente.
— ¿Cómo dijiste? – se acercó más sacando su porra.
— Perdone, super indigente.
— Vamos habla una vez más mexicano – lo reto.
Nacho le sostuvo la mirada, acercándose a él para quedar frente a frente, eran de la misma estatura.
— Como diga, super verga ardiente – sonrió – Debe haber algo más fácil ¿puedo llamarle papi?
— Y yo te llamaré putita ¿Qué te parece?
— No tengo ningún problema por ello.
Ahora…
La entrada al bar había llamado la atención, Konstantin los miró a ambos. Eyra entrab