Xana estaba sentada en la cama en la habitación del alfa mordiéndose su uña sumida en sus pensamientos. Escuchó levemente la puerta del baño abrirse y White saliendo de ella secándose el cabello, aunque ella no le prestó atención.
-¿Qué ocurre?- notó la expresión preocupada de ella.
-¿White… los cachorros masculinos tienden a responder al olor de otra hembra?
El alfa se acercó a la cama y se dejó caer a su lado.
-Depende de muchos factores. La mayoría de las veces no, ni siquiera les importa el olor de otra hembra hasta que las hormonas se les desarrollen en la adolescencia.
Xana no estaba del todo convencida.
-También hay casos donde la cachorra es su pareja destinada. Las hembras no lo pueden saber hasta pasada la mayoría de edad, pero los machos si sentimos una conexión mucho más fuerte, por eso es que supe que eras mi mate tan joven.
-¿Y eso pasa cuando son tan cachorros, me refiero a los varones.
White hizo una leve mueca.
-Tan pequeños no. Su glándula apenas si se ha comenzado a