La atmósfera estaba densa, tanto que era complicado respirar, sobre todo porque la habitación estaba llena de feromonas. Un gemido gutural se escuchó proveniente del alfa que tenía los músculos tensos y la piel perlada de sudor mientras presionaba y movía de arriba abajo el pie de su mate por encima de su miembro. La tela de su ropa ahora destrozada a un lado ya no era un problema.
Las venas de su miembro palpitaban con fuerza y el líquido preseminal mojaba la planta del pie suave. Sus dedos acariciaban el empeine y el delgado tobillo. Sin embargo, él ya no podía aguantar más y su mirada afilada y brillante se enfocó en la mujer que parecía haberse recuperado lo suficiente para comenzar la verdadera acción.
Separó el pie abriendo más sus piernas y poniendo sus manos sobre sus muslos.
-Cariño- le dijo pasando un dedo entre los labios vaginales húmedos presionando justo encima de su clítoris haciéndola gemir- Vamos al acto principal- inclinó la cabeza y su cabello se pegó a su frente- N