Arabella cerró el libro y se levantó con elegancia. Caminó hacia él como si el encuentro fuera fortuito, como si su corazón no estuviera a punto de romperse.
—Su alteza —dijo, con una sonrisa medida.
Leonard se detuvo. La miró. Algo en sus ojos cambió. Un destello. Una sombra.
—Lady Arabella —respondió con cortesía.
Hubo silencio. Un silencio pesado.
Ella dio un paso más.
—¿Todo está bien? Hace días que no recibo… noticias suyas. Pensé que tal vez...
—He estado ocupado —interrumpió él, con frialdad.
Arabella frunció ligeramente el ceño.
—Leonard... ¿ocurrió algo? ¿Tiene que ver con Lady Violeta Lancaster?
El príncipe desvió la mirada, claramente incómodo.
—Este no es lugar para hablar de eso.
—Entonces dígame dónde y cuándo —insistió ella, con la voz un poco más alta—. No puede simplemente desaparecer sin una palabra.
Leonard suspiró. Sus ojos se posaron en los de ella con una mezcla de pesar y... culpa.
—Esta noche. En el invernadero. Una última vez.
Arabella parpadeó.
—¿Una última v