Capítulo 226: Llamas de traición, Capítulo final.
Leonard no pudo contener la emoción y, al ver a su madre acercarse, corrió hacia ella y la abrazó con fuerza, sintiendo que por fin estaba en casa.
—¡Madre! Te extrañé tanto… —susurró, con la voz quebrada por la mezcla de alivio y felicidad.
Isolde, con lágrimas asomando en sus ojos, lo rodeó con sus brazos y lo sostuvo cerca, como si no quisiera dejarlo escapar nunca más. Su corazón latía acelerado, y la preocupación de los últimos días se desvanecía ante la certeza de que su hijo estaba a salvo.
—¡Leonard! ¡Mi niño! —exclamó la reina, con la voz temblorosa y cargada de emoción—. ¡Estuve tan preocupada! ¿Dónde estabas metido todo este tiempo? —sus manos recorrían suavemente su rostro, buscando en cada rasgo confirmar que realmente era él.
Leonard le tomó las manos y, con una sonrisa cargada de ternura, respondió:
—Madre, te prometo que nunca más quiero preocuparla… y hay algo más que debo contarte. Ella… —dijo señalando a Emma con un gesto suave— es Emma Valmont. Ha estado a mi lado