Capítulo 157: No era ella... eras tú
La tarde caía lentamente sobre la ciudad, tiñendo el cielo con tonos anaranjados que parecían sacados de un óleo. El tráfico rugía a lo lejos y el murmullo de la gente seguía su curso, pero Leonard solo tenía ojos para ella. Caminaban sin rumbo por las aceras de Nueva York, sus dedos entrelazados, como si aferrarse a Emma fuera lo único que evitara que todo volviera a desvanecerse.
Leonard, sin soltar su mano, se detuvo frente a un parque y la miró fijamente. Sus ojos tenían una intensidad que ella no había visto antes.
—Necesito saberlo todo —dijo, su voz profunda y algo contenida—. No puedo fingir que no tengo preguntas… porque mi cabeza está a punto de estallar.
Emma se mordió el labio, sabiendo que ese momento tarde o temprano llegaría.
—¿Qué pasó con Lady Violeta Lancaster? —preguntó él, con firmeza, pero sin rencor—. El libro… el maldito libro dice que yo… que Leonard, ese hombre… nunca la amó. Que la traicionó. Que murió sola. Pero yo no la recuerdo así. No recuerdo haber amado