93. Su instinto grita
Capítulo 93
Silas se acerca con paso firme, sin vacilar ni un segundo. Su sombra parece alargarse sobre el suelo del restaurante, y Ciro, que lo sigue a unos pasos de distancia, siente que el aire se le congela en los pulmones. Su instinto le grita que esa no es una buena idea, que si el jefe se descontrola frente a todos los comensales y los periodistas hambrientos de rumores que rondan por allí, aquello podría convertirse en un desastre. Palidece, imaginando titulares explosivos en las portadas: “El magnate Silas Wyckham destroza a un modelo internacional en público”.
Cuando Silas llega frente a la mesa, el ambiente se tensa de golpe. James levanta la vista, su expresión se ensombrece, como si un rival inesperado hubiese irrumpido en su terreno. Pero antes de que pueda decir algo, Nora se levanta, y su sonrisa ilumina el lugar con una calidez que corta de raíz el filo de la tensión.
—Cariño… ¿qué haces aquí? —pregunta con dulzura, como si la aparición de Silas fuese lo más natura