9. El brillante plan de sus tíos
Capítulo 9
—¿Casarme? —Nora retrocedió un paso—. Pero… ni siquiera lo conozco.
—Tendrás tiempo de sobra para conocerlo después de la boda —dijo su tío con una sonrisa que no llegó a su voz. Nora podía notar que estaba sonriendo, pero no le importaba.
Un dolor atroz comienza a punzarle las sienes. Siente que el suelo temblaba bajo sus pies y se tambalea un poco.
Rodrigo dio un paso al frente y la sostiene. Su tono fue suave, casi condescendiente. Le encantan ala chica frente a él, esa piel blanca, ese rostro juvenil e inocente, sus cintura estrecha. Todo en ella era apetitoso y estaba más que contento con este trato
—Te trataré bien, Nora. Te lo prometo, también se lo prometí a tu tío —luego se acercó más a Nora—. No me importa que no puedas ver, eso para mí no significa nada.
Ella frunció el ceño. Su voz, temblorosa, pero firme, rompió el silencio:
—¿Y eso por qué debería importar, señor Montero? No soy ganado para estar en la mesa junto con sus acuerdos. No voy a casarme.
Rod