14. Un contrato
Capítulo 14
Nora sintió que se atragantaba con su propia saliva, su cuerpo estaba realmente tenso.
—¿Mi libertad? ¿De qué hablas, Silas?
Él no respondió de inmediato. Dio unos pasos por la habitación, como si evaluara el espacio… o sus pensamientos. Finalmente, se detuvo frente a ella y la miró, aun sabiendo que ella no podía devolverle la mirada.
—Será un contrato de matrimonio. Cinco años.
Nora se quedó completamente inmóvil.
—¿Qué? ¿Te volviste loco? —exclamó, incrédula—. ¡Mi tío Porfirio es quien te debe! ¡Díselo a él, que te pague!
Silas se cruzó de brazos.
—Ya te usó como moneda de cambio conmigo una vez —dijo con voz baja y firme—. ¿Ahora quieres que lo haga con otro? No me van los hombres, ratoncita.
—¿Qué…? ¡No! ¡Por supuesto que no! —respondió rápidamente y se dio cuenta de su error e intentó arreglarlo—. ¡Quiero operarme y librarme de todas estas cosas! ¡Poder ver de nuevo y poner fin a esa boda absurda con Rodrigo Montero!
Silas dio un paso hacia ella.
—Entonces cásate con