Christian Walker
Recibir la llamada de Flor y saber que mañana voy a conocer a mis hijos, me ha generado una cierta sensación de ansiedad y nervios. No puedo negar que estoy feliz, pero ¿y si no les caigo bien? ¿Qué va a suceder si ellos no me aceptan? ¿Qué pasaría si ellos ya conocieron a ese tal Michel y les agrada más que yo?
Por primera vez en mucho tiempo siento una oleada de inseguridad, tal como la sentí hace años con Miranda.
Aquella mujer no la había querido volver a traer a mi mente, pero seguía presente en cada cosa mal que hacía.
¡Dios! Hace más de 20 años que ella apareció en mi vida, la hizo una m****a y luego se largó, bien me lo dijo Agatha, “No te metas con Miranda o terminarás destruido” y así fue. Ella me enamoró y luego salió con que quería cosas diferentes, quería conocer el mundo y no quería aferrarse a alguien… ¡Maldita seas, Miranda!
No puedo negar que aquella sensación de no ser suficiente me acaba de invadir hoy, digo, mis hijos ya tienen 5 años, mis hijos ya