En el glamuroso mundo de la moda, Lucy Anderson brilla como la modelo más renombrada y hermosa, laureada con incontables títulos de belleza, incluido el codiciado Miss Mundo. Sin embargo, tras los destellos de la pasarela y las cámaras, Lucy lucha con su propia sombra. Cautiva de la fama, se ve atormentada por la invasión implacable de los medios que inventan escándalos y romances para ensombrecer su verdadera esencia. Inconcebible para muchos, detrás de su apariencia de frivolidad y vacío se esconde "Mama Luisa", una mujer generosa y compasiva que organiza eventos benéficos para niños enfermos. Su vida se entrelaza con la de Jerónimo Díaz, un amor adolescente de humildes orígenes. Un destino trágico los separa cuando la madre de Lucy maquina para separarlos. Jerónimo jura venganza, impulsado por un deseo de triunfar y hacer justicia al amor que perdieron. Cinco años después, Lucy se encuentra en Nueva York para un evento de moda y, sorprendentemente, se topa con Jerónimo, ahora convertido en un magnate del mundo del espectáculo. La pasión y el resentimiento resurgen entre ellos, entrelazados en un torbellino de emociones. Él tiene en mente una venganza para demostrarle a ella que con él no se juega. Ella tiene un secreto que pocos saben. Él será su jefe para las campañas publicitarias de su empresa. Ella volverá a caer rendida a sus pies. ¿Podrá Jerónimo dejar atrás sus planes de venganza y ayudar a Lucy a tomar la decisión de su vida? Entre el amor y la venganza es una historia intensamente apasionante que explora el poder del perdón, la resiliencia del amor y la transformación personal en medio de la adversidad. En un mundo de brillo y sombras, la búsqueda del amor verdadero revela la fuerza interior que puede cambiar vidas y derribar barreras.
Ler maisLucy Anderson es la modelo más célebre del país. Ganadora de los certámenes de belleza más prestigiosos del mundo, con su imponente cabellera negra azabache y unos ojos azules como el cielo, despierta suspiros entre todos los hombres que la conocen.
No obstante, la prensa se ensaña con ella, llevándola a aparecer en las revistas de moda más influyentes y en programas de espectáculos, por su mala conducta, su conducción bajo el efecto del alcohol, su consumo de drogas y sus escándalos con los paparazzi. Nunca, sin embargo, por sus obras de beneficencia, que realiza bajo el seudónimo de Mamá Luisa para mantener su lado humano en el anonimato. Lucy también oculta su deteriorado estado de salud, resultado de una enfermedad congénita del corazón. Los últimos exámenes médicos indican que solo un trasplante podría salvarla, pero ella se niega a la operación y ha prohibido terminantemente a sus padres y médicos que intervengan sin su consentimiento. Por ello, Lucy vive intensamente, rompiendo algunas reglas, pero disfrutando de cada momento que le queda. Además de su enfermedad, sufre por un amor prohibido que dejó ir años atrás por su condición, aunque le hizo creer que el problema era la falta de dinero de su amado. *** Jerónimo Díaz Casal es uno de los empresarios más destacados del momento. Dueño de Empresas Casal, dedicadas a la creación y comercialización de los mejores maquillajes del mundo, Jerónimo ha visto cómo los productos de su empresa son utilizados por las modelos más famosas, incluida Lucy Anderson, quien fue el gran amor de su vida. La mujer por la que habría hecho cualquier cosa para merecer un poco de su amor. Sin embargo, nada de lo que él tenía era suficiente para satisfacer el amor interesado de Lucy. Nunca olvidará el día en que ella, de manera cruel, lo humilló y le confesó que no lo amaba, que él no podía ofrecerle lo que necesitaba para ser feliz, que solo era un pobretón que usaba para pasar el tiempo. Esas palabras lo marcaron profundamente, llevándolo a despreciar a las mujeres y a desarrollar un odio profundo hacia Lucy. Jamás pensó que llegaría a odiar a la mujer que creía amaría por siempre. Sin embargo, Jerónimo no se preocupa por ello, pues la vida le está cobrando el precio de sus acciones, tanto él como quienes están a su alrededor. Reconoce que los problemas profesionales de Lucy son resultado de sus propias decisiones. Con una sola llamada a la prensa y a los diseñadores de moda, puede hacer que la bajen de cada desfile al que debe asistir, y no puede negar que disfruta de su venganza. No se detendrá hasta verla llorar y suplicarle perdón. *** Lucy nunca dejó de pensar en Jerónimo. Las relaciones que tuvo después nunca prosperaron; ni siquiera llegó a tener intimidad con ellos. A pesar de que la prensa inventó romances y encuentros sexuales con varios hombres, ella nunca dejó de ser virgen, pues sabe que no podrá entregarse a otro que no sea él. Y, como probablemente nunca volverá a verlo, morirá siéndolo. Nunca podrá olvidar el día en que rompió el corazón de Jerónimo y destrozó el suyo propio con palabras tan crueles y sin sentido para que él se alejara. No quería que él permaneciera a su lado, que la viera sufrir en sus últimos momentos; su deseo es morir sola en Italia, lejos de sus seres queridos. Desde entonces, no volvió a saber nada de él, ni qué fue de su vida. Las visitas a la abuela materna de Jerónimo, Sarah, revelaron que ella le contaba que su nieto había sufrido mucho por ella, que no quería volver a verla y que se había casado con una buena mujer, una mentira que le hizo creer para que dejara de intervenir en su relación. Sarah, quien amaba a Lucy como a la nieta que nunca tuvo, conocía su enfermedad y apoyó su decisión de alejar a Jerónimo, aunque no estaba de acuerdo. La muerte de Sarah fue un golpe devastador para Lucy; una parte de su alma se fue con ella. ❤️❤️❤️No puede faltar esa noche especial en la vida de una mujer. Esa noche en la que es el centro de atención, donde se pone un increíble vestido blanco, marcha hacia el altar en brazos de su padre y jura su amor delante de Dios.Lucy aún no puede creer que se esté casando con Jerónimo, su sueño hecho realidad: estar con ese hombre por el resto de su vida. Mientras está en su habitación poniéndose el vestido, con ayuda de Anita, mira su silueta en el espejo; su vientre abultado, ya de 6 meses, la hace ver más bella y dulce de lo que es.—Lucy, realmente estás muy bella —dice Anita emocionada; desde que salió del hospital, la enfermera y Lucy se han hecho grandes amigas.—Gracias, Anita, me siento tan feliz que no parece real. Creo que estoy viviendo un sueño.—No es un sueño, amor mío —dice Jerónimo, que se escabulló por la casa y se metió en la habitación de la novia cuando sabe que no puede verla.—¿Qué haces aquí, Jerónimo? Tú no puedes verme vestida de novia —dice Lucy, que intenta sac
Después de varios días, finalmente Lucy sale del hospital. Su salud ha mejorado notoriamente, y su bebé viene en perfecto estado.Todos están muy contentos, incluyendo la prensa, de que Lucy esté mejorando día a día, tanto que la han invitado a varios programas de televisión, pero ella, por el momento, no se siente capaz de enfrentarlos. Le han hecho mucho daño y todavía les guarda un cierto recelo.Jerónimo, para agasajar a Lucy, invitó a todos sus amigos a una cena en su departamento para festejar su salida, pero cuando Lucy abre la puerta y ve que sus padres también han sido invitados, se pone tan contenta que los abraza con mucho amor.—No puedo creer que estén aquí, que quieran estar en el mismo lugar que Jerónimo —dice Lucy al borde de las lágrimas.—Mi pequeña Lucy, ya está todo olvidado. Él es tu felicidad y el padre de nuestra nieta, no tenemos nada más que decir —dice su mamá y le devuelve el abrazo a su hija.—Me alegro que hayan venido. Pasen, por favor, son bienvenidos, e
Al día siguiente están todos en la sala de espera del quirófano, nerviosos, a la espera de noticias de Lucy. Jerónimo está desesperado, no sabe más qué hacer. Las horas pasan y, sin noticias de ella, de cómo va la operación, de cómo está su hijo, lo tienen como loco. Va y viene de un lugar a otro sin parar, se ha tomado más de tres cafés, pero no puede parar su ansiedad por nada del mundo. Si pierde a Lucy y a su bebé, nada más tiene sentido en su vida. Pedro se acerca a él al verlo al borde de un colapso nervioso:—Tranquilo, Jerónimo, tienes que calmarte, puedes descomponerte. Lucy te necesita fuerte en este momento —intenta tranquilizarlo sin éxito.—¿Cómo quieres que me calme si Lucy y mi hijo están ahí adentro hace tres horas y nadie nos dice nada?—Confía en ella, Jerónimo. Lucy es más fuerte que todos nosotros, y ahora su hijo le ha dado más fuerzas. No lo dudes, ella va a salir de esto. Conozco a mi amiga, ha salido de peores situaciones.—Si hubiese sabido que Lucy estaba enf
Jerónimo y los papás de Lucy se dirigen al hospital a verla. Cuando llegan, se encuentran con Daniel, que los llama al consultorio para hablar sobre la salud de su hija.—Hola, señores Anderson. Supongo que Jerónimo ha hablado con ustedes.—Sí, doctor. Usted es amigo de mi hija, ¿no? —pregunta el señor Anderson.—Sí, señor. Soy Daniel Santa Cruz, médico y amigo de Lucy. Durante años la acompañé en sus viajes.—Gracias por haber cuidado de nuestra hija, doctor.—No tiene que agradecerme. Aprecio muchísimo a su hija, es mi mejor amiga.—¿Puede decirnos cómo es la operación y los riesgos que hay? —pregunta la señora Anderson.—Los riesgos son muchos, señora, y más en el estado de embarazo en que está Lucy. Pero haremos lo posible para salvarlos a los dos. La operación es muy riesgosa. Son aproximadamente cinco horas de cirugía, donde su corazón estará detenido y una máquina artificial hará su función. Allí extraeremos la válvula aórtica dañada y la reemplazaremos por una artificial, solo
A medida que los días pasan, y a pesar de estar monitoreada las 24 horas, la salud de Lucy comienza a decaer, por lo que deben trasladarla al hospital.La prensa hizo un festín de todo esto. Hasta ahora la noticia del embarazo no se ha filtrado, pero sí su delicado estado de salud. Han inventado de todo, incluso que tiene SIDA. Jerónimo ya está harto; ni bien Lucy y su bebé estén bien, va a demandar a toda esa miserable prensa, que lo único que ha hecho es deprimirla aún más.El corazón de Lucy está muy mal. Para que ella esté tranquila, está sedada, pero cada minuto que pasa su corazón se debilita más y su pulso baja. Finalmente, Daniel decide llamar a Jerónimo a su consultorio y hablar muy seriamente con él:—Jerónimo, no sé cómo decirte esto.—Dime lo que sea, Daniel. ¿Lucy está muy mal? —pregunta Jerónimo, destruido, al borde de las lágrimas. Hace días que no duerme, no se mueve del lado de Lucy, solo se va a su casa para bañarse, y en ese momento siempre se queda Juan Manuel, par
Dice una voz a sus espaldas que los hace sobresaltar a los tres. Jerónimo, sin dudar ni un segundo, corre hacia ella y la abraza tan fuerte, llorando desconsoladamente.—Lo siento, Lucy, lo siento mucho, mi amor, nunca debí dejarte sola.—Jerónimo... —dice Lucy emocionándose con la angustia de Jerónimo—. Cómo puede amarlo tanto, Dios mío.—Tienes que operarte, mi amor, hazte el trasplante, por favor.—Si han venido aquí a convencerme, es imposible, no hay vuelta atrás.—Tenemos una larga vida por delante, amor, déjame hacerte feliz. Recuperar tantos años separados por tontos.—Lo lamento, Jerónimo., pero fue una decisión que tomé hace muchos años.—¿Podemos hablar a solas? —le pregunta Jerónimo.—Ahora no puedo, debo ver al médico. No me siento muy bien últimamente.—Te acompañaré, déjame hacerlo, debo hablar contigo —después de tanto vacilar, finalmente Lucy le dijo que sí.Lucy y Jerónimo comienzan a caminar por el jardín, pero a los pocos minutos se sientan en un pequeño banco, por
Último capítulo