Capítulo 25. El primer beso de verdad.
Capítulo 25. El primer beso de verdad.
Rosa me acompaña al dormitorio, está demasiado nerviosa; se ve que se acaba de enterar de quién soy. Me acerco hasta ella y le sonrío.
—Rosa, por favor, no cambies. Da igual el título que creas que tengo o el estatus, soy igual que tú. Eres la primera persona que se acerca a mí sin odio o sin temor.
—Yo no sé cómo debo tratarte ahora.
—Pues de la misma forma que lo hacías antes, creía que querías ser mi amiga.
—Claro que quiero, pero yo soy una sirvienta y tú…
—¡Yo nada! —la interrumpo—. Primera orden: ven, siéntate conmigo en la cama.
—Como ordenes, Emilia —responde Rosa sonriendo por fin.
—Rosa, ¿cuántos años tienes?
—Cumplo dieciocho en un par de días.
—Perdona si esto parece un interrogatorio, pero hay tantas cosas que desconozco y no sé a quién más le puedo preguntar.
—Estoy aquí para servirte —sonríe, y esta vez es ella la que pregunta—: ¿Cuántos años tienes tú, Emilia?
—Veintiuno. ¿Acaso parezco mayor?
—No, no, claro que no